A golpes con la vida

También conocido como el Morrosko de Cestona, el municipio guipuzcoano donde se incrusta el caserío que le dio su nombre de batalla, Urtain, que nació en 1943 con el nombre de José Manuel Ibar, se pasó la vida defendiéndose a golpes de la vida, hasta que, ya cansado, bajó los brazos y se precipitó desde un décimo piso a escasos días de la explosión de alegría de los juegos de Barcelona 92. Y de ese final parte el principio de Urtain, la última creación de Animalario en coproducción con el Centro Dramático Nacional. "Urtain es la crónica personal sobre la tragedia de un suicida", explica Andrés Limón, que dirige el texto trabajado por Juan Cavestany sobre este "juguete roto" de la dictadura franquista. Pero como toda "tragedia contemporánea tiene incorporado el sentido del humor", la historia perfila en el cuerpo esculpido de Roberto Álamo a lo largo de 12 asaltos, entre ganchos y cuentas atrás, entre directos y caídas a la lona, las cicatrices de una época agridulce, la crónica de un tongo de pandereta que sufrió todo el país.