Monforte abre su templo del vino

El antiguo consistorio del municipio lucense de Monforte de Lemos se ha convertido en un centro multidisciplinar para exaltación del vino y elementos inherentes a la comarca de A Ribeira Sacra, que ayer se exhibió en sociedad. Atrás quedaron años de rehabilitación y acondicionamiento -que conllevaron una inversión de algo más de 1,3 millones de euros-, hasta completar lo que se conoce como Centro do Viño da Ribeira Sacra. Se trata de un auténtico templo del vino con más de 1.000 metros cuadrados para que eruditos, curiosos y turistas disfruten y conozcan los caldos de la zona y la cultura que fluye a su alrededor.

El inmueble dispone de un espacio museístico, -con más elementos audiovisuales que etnográficos-, en el que se podrán realizar visitas guiadas que permitirán a cualquier persona "entender lo que es la Ribeira Sacra; no sólo el vino, sino su patrimonio, su gente, su modo de vida y su naturaleza", apuntó la concejala de Turismo, María Xosé Vega.

El inmueble acoge un museo, un club de degustación y una sala de catas

La rehabilitación supuso una inversión de 1,3 millones de euros

Pero el edificio es mucho más que eso. En su interior acoge la sede del Consello Regulador de la Denominación de Orixe Ribeira Sacra, una institución que cuenta con 3.000 asociados y que dispone de un completo laboratorio para analizar y experimentar el producto de lo que se conoce como "viticultura heroica" de esta zona, fronteriza con Ourense y limitada por los ríos Miño y Sil.

Un club del vino, una sala de catas, una tienda especializada en vinos de la comarca y una vinoteca-tapería completan los espacios de un edificio pionero en su objetivo de convertirse en centro de atracción turística a través de la exaltación de unos vinos que llevan años cotizando al alza.

La tienda especializada cuenta con más de 80 referencias de las bodegas de la zona, además de una cuidada selección de vinos de todo el mundo. En este espacio, el visitante también encontrará todo lo que precisa (copas, sacacorchos, decantadores o libros) para gozar de unos caldos cada vez más apreciados y que disponen de la uva mencía como máximo exponente de su elaboración, seguida muy de lejos por otras variedades como brancellao, godello, albariño o treixadura.

Entre las peculiaridades del centro llama la atención la zona dedicada al club del vino. Se trata de un lugar que servirá como punto de encuentro de todos aquellos que disfrutan de la cultura vitivinícola y que podrán probar nuevos caldos, intercambiar información o compartir experiencias, con especial incidencia en los vinos de una comarca en la que hoy en día aparecen 98 bodegas, alguna de las cuales ha logrado reconocimientos internacionales y rompió mitos acerca de la imposibilidad de envejecer estos caldos.

Muy cerca de este espacio aparece la "sala de catas", equipada para la celebración de competiciones nacionales e internacionales. También está previsto que se organicen periódicamente cursos de cata en esta sala.

El Centro do Viño cuenta además con una vinoteca-tapería que se inauguró ayer, cuando lo más granado de la sociedad monfortina apoyó con su presencia el arranque oficial de todo este entramado de espacios. Dispone de un "nivel muy cuidado y selecto" de servicio y elaboración de productos de máxima calidad de la zona y del resto de Galicia, del que se encarga la Fundación Belarmino, una escuela de hostelería ubicada en el vecino municipio de Sober. El ambiente es acogedor y la concepción de una cocina moderna sirve para presentar una amplia carta de tapas creativas.

Ubicado en un lugar privilegiado e histórico de Monforte, el centro fue concebido para servir de espacio de encuentro "de todas las voluntades alrededor del vino", remarcó Vega, quien pretende que el edificio se convierta en la "puerta de entrada de toda la Ribeira Sacra y que pueda servir de elemento de promoción de un mercado tan atractivo e interesante como es el del vino".

El Ayuntamiento de Monforte, promotor de la iniciativa, pretende que el edificio se convierta en un espacio de promoción de todos los ayuntamientos de la comarca, -en estrecha colaboración con los municipios de A Ribeira Sacra de Ourense-, en los que 2.836 viticultores que están sometidos al rigor del Consello Regulador se las ingenian a diario para cuidar sus delicadas cepas en empinados bancales que el año pasado produjeron 4.533.000 kilos de uva.