Cacharro declara por la Operación Muralla
El que fuera presidente de la Diputación de Lugo, el popular Francisco Cacharro, acudió ayer al juzgado para declarar como testigo ante el juez que instruye la causa de la denominada Operación Muralla por la existencia de supuestas irregularidades en expedientes de adjudicación de obras del organismo provincial. La operación fue impulsada por el anterior fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Lugo, Jesús María Izaguirre, en mayo de 2006 y concluyó con la detención de 10 personas, entre ellos el jefe del servicio de vías y obras de la Diputación, Alberto Fernández Pereira, y su antecesor en el cargo, José Manuel Romay, el delineante José Antonio Lázare, el propietario de una empresa de señalización viaria, Amadeo García Díaz, y el ingeniero José Enrique Cacicedo.
La fase inicial de la Operación Muralla se cerró con 12 registros, dos ellos en la Diputación. A todos los detenidos, el ministerio público les imputó los delitos de cohecho, malversación de caudales públicos, falsedad documental, prevaricación y tráfico de influencias. Pese al número de detenidos y la cantidad de información intervenida en los registros, apenas han trascendido avances en la investigación de la Operación Muralla, que puede sufrir un nuevo letargo al quedar otra vez vacante la jefatura de la Fiscalía lucense por el cambio de destino de Jacinto Fernández Villalvilla.
