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Reportaje:Vuelta de los octavos de la Liga de Campeones

El hombre que encendió el ordenador

Los técnicos y jugadores que trabajaron con Benítez destacan su minuciosa preparación de los encuentros y su carácter dominante

Diego Torres

Rafa Benítez suele poner énfasis para autoconfirmarse. Lo hace en el vestuario de Melwood y, aunque pretende conseguir el efecto contrario, sus jugadores se ríen cuando proclama cosas como: "¡Pero si yo a Del Bosque le enseñé a encender el ordenador!".

Entre su mansión del Merseyside, la oficina de Melwood y el estadio de Anfield, Benítez recorre un triángulo de 40 kilómetros en el que hace sentir que su señorío tiene más peso que la alcaldía. Los cinco años que lleva en Liverpool han obrado una transformación que se muestra en sus potestades y en su cuerpo: más grueso, más pesado, más asalmonado y más barbudo. Hoy, el hombre que se sentará en el banquillo del Liverpool se parecerá más a un retrato viviente de Enrique VIII que a un entrenador. Como dijo un jugador suyo hace unos días: "Ahí está Rafa, intentando tener más poder".

"Es brillante con las tácticas para hacer daño y evitarlo", explica Otxotorena
"Tiene sus soldados. O hacen lo que manda o van a la reserva", apunta Del Bosque

Hace 15 años, Benítez sospechaba que, mientras trotaba por los campos de la Ciudad Deportiva de la Castellana, muchos jugadores y técnicos le juzgaban con desdén: "¡Mírale! ¡Pero si no sabe ni correr!". Daba sus primeros pasos en los banquillos cuando tuvo la certeza de que el entorno clasista del fútbol nunca le consideraría un jugador de verdad. Le miraban como a un intruso. Tal vez por eso su reacción fue desmesurada. Para que aquéllos que le cuestionaban se enterasen de que estaban equivocados empezó a hacer cosas que llenaron de asombro a sus colegas y sus futbolistas. Para empezar, hizo de la preparación de cada partido una exhibición de tecnicismo. En 1993 se convirtió en el primer entrenador en la historia del Madrid que acudió a la caseta acompañado de un ordenador portátil. Ismael Urzaiz, que estuvo a sus órdenes, no lo podía creer: "Era impresionante".

Más aburridas que impactantes resultaron sus largas exposiciones sobre el rival en los viajes en autobús que hacía el Castilla para jugar de visitante. En medio de la carretera, Benítez ponía vídeos y daba conferencias sobre lo que se encontrarían en Castellón, Salamanca, Granada... "La cantidad de información que proporcionaba era increíble", dice Diego Velasco, jugador del Madrid B de aquella época.

En las últimas semanas, Benítez ha dedicado varias horas a explicar cómo frenar a Robben: que hay que ofrecerle la salida por fuera, que hay que taparle el recorte hacia dentro y que siempre tiene que haber un segundo hombre para corregir y cortar. Mascherano, Alonso, Carragher, Skrtel, Fabio Aurelio y Dossena han asistido a un curso intensivo.

José Manuel Otxotorena, el ex entrenador de porteros del Liverpool, asegura que su ex compañero es un talento: "Es de los mejores estrategas que hay. Hace un estudio minucioso del rival y es brillante a la hora de determinar tácticas para hacer daño y evitar que te lo hagan. Es como los demás entrenadores, pero más extremista. Dispone un orden y dentro de ese orden da libertad. Con jugadores como Gerrard, futbolista de calle, de impulsos incontrolados, eso es difícil. Pero él sabe cómo lograr que encaje en su esquema".

Hace dos años, Benítez estuvo a punto de lograr que Gerrard, la figura del equipo, se fuera traspasado. El seleccionador español, Vicente del Bosque, que trabajó con Benítez en el Madrid y que aprendió informática gracias a él, da su opinión: "En Benítez lo importante no es la preparación de los partidos, sino su manera de hacer que juegue su equipo. Él tiene sus soldados. O hacen lo que manda o van a la reserva".

Muchos de sus ex colegas en la cantera madridista se quedaron con una impresión favorable de Benítez. Como dice Antonio Díaz, entrenador del Madrid C: "Es un técnico trabajador y honrado. Éstas son dos facultades que no suelen ser muy bien vistas en el mundo del fútbol. Además, es un hombre muy inteligente. Que haya llegado hasta donde ha llegado sin haber sido un gran futbolista lo dice todo".

Los jugadores del Liverpool no se muestran tan respetuosos. Carragher, el segundo capitán, da su opinión en Carra, su autobiografía: "Rafa es uno de esos tíos que sueles encontrarte en todos los pubs y que son expertos en cualquier tema. Si cuentas una historia, él siempre la conocerá mejor. Si dices un chiste, él asegurará que ya lo sabía y que puede contarlo con más gracia. El problema con estas personalidades es que el sábado por la noche, al cabo de una semana dura, si sus interlocutores han bebido lo suficiente, les pueden acabar dando una paliza. ¡Rafa debería cuidar dónde bebe!".

Rafa Benítez y Vicente del Bosque, cuando dirigieron a la primera plantilla del Madrid a finales de la temporada 1993-1994.
Rafa Benítez y Vicente del Bosque, cuando dirigieron a la primera plantilla del Madrid a finales de la temporada 1993-1994.DIARIO AS / ASSOCIATED PRESS
Benítez, ayer en el entrenamiento del Liverpool.
Benítez, ayer en el entrenamiento del Liverpool.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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