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Tribuna:Economía global
Tribuna
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Planes en EE UU

En Estados Unidos, una recesión que comenzó a finales del año 2007, y a la que todavía no se ve fin, y un sector financiero con problemas para ejercer su función de otorgar crédito son los principales retos a corto plazo en el frente económico y financiero para el presidente Barak Obama. La semana pasada ha traído novedades en estos dos frentes: el diseño y aprobación de un paquete de ayuda fiscal y las nuevas directrices del plan financiero.

Ambas, pese a la reacción de los mercados, son buenas noticias.

El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, anunció el esquema del paquete financiero. Si bien faltan muchos detalles para poder valorarlo, puede sentar las bases para una acción menos errática que la ejercida hasta este momento.

La nueva Administración de Barak Obama parece decidida a no pecar de timorata

El plan opta por determinar el tamaño del problema elaborando escenarios de estrés homogéneos entre entidades y por seguir tres líneas de acción bien definidas: reforzar los programas existentes para otorgar liquidez y generar nuevos préstamos, incentivar mecanismos para que el sector privado pueda ayudar a retirar los activos tóxicos de las entidades y seguir inyectando capital a los bancos.

Por su parte, los líderes del Congreso llegaron a un acuerdo para implementar el mayor paquete fiscal en la historia de Estados Unidos, exceptuando la inversión en infraestructuras efectuada por la Administración del presidente Dwight Eisenhower en los años cincuenta. El paquete, que tal vez ya esté aprobado por las dos cámaras del Congreso y firmado por el presidente cuando se publique esta columna, es una combinación de medidas de corto plazo (tanto por el lado impositivo como el de gasto) y de largo. Las medidas de aplicación rápida van a permitir amortiguar la recesión. Las de mayor plazo pueden permitir sentar las bases para un aumento de la productividad en el país si consiguen que la política pública abra espacios como los de una mejor educación y un mejorado sistema sanitario, por no hablar del uso de energías renovables.

Nada de esto va a impedir la recesión en 2009, pero sí puede ayudar tanto a minimizar el impacto del deterioro cíclico como a sentar las bases para que, tras el necesario ajuste del sector financiero, la recuperación sea sostenida.

La historia les ha enseñado cómo actuar, y la nueva Administración de Obama parece decidida a no pecar de timorata. Ojalá. -

Jorge Sicilia es economista jefe para Norteamérica del Servicios de Estudios BBVA.

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