¿Dónde vive Abramóvich?
El millonario ruso argumenta que no reside en Londres para eludir una demanda de 3.600 millones en Reino Unido
Un juez británico ha hecho añicos el extendido mito de que el oligarca ruso Román Abramóvich vive un dorado exilio económico en Londres. En realidad, ni siquiera llega a pasar dos meses al año en territorio británico y cuando viene no lo hace para cerrar negocios o visitar los amigos: viene a Londres para ver jugar al equipo de fútbol de su propiedad, el Chelsea.
Éste y otros detalles de la vida del oligarca aparecen en la sentencia dictada a su favor por el juez Christopher Clarke, que antes de atender el fondo de una demanda presentada contra él por una compañía rival, ha querido aclarar si el caso debe ser visto por la justicia británica. Y la respuesta es no, porque Abramóvich no está domiciliado ni tiene residencia en el Reino Unido, entra en el país con visado de hombre de negocios, los hechos objeto del litigio han sucedido en Rusia y son los tribunales rusos los que deben pronunciarse.
Un juez determina que sólo pasó 11 días seguidos en la capital británica
El juez ha examinado las propiedades de Abramóvich en Reino Unido y ha concluido que éstas sólo representan una pequeña fracción de su fortuna. "El señor Abramóvich es multimillonario. Su fortuna es tan grande que los 30 millones de libras [43 millones de euros] que ha gastado en su única propiedad en Inglaterra, en Lowndes Square, representa menos del 0,5% de lo que se estima que posee". Se trata de siete u ocho apartamentos reconvertidos en una enorme residencia en el barrio de Knightsbridge, en Londres.
"Ha gastado sumas considerablemente más grandes en yates y propiedades fuera de Inglaterra. Y sus casas y yates no son en modo alguno sus principales activos", advierte el juez Clarke. Abramóvich tiene dos chalets en Colorado (Estados Unidos), una villa en el Caribe, una casa en Cerdeña y un castillo en Francia. En su nativa Rusia posee tres residencias, incluida la antigua casa de Leónidas Breznev en Moscú, que ahora mismo está renovando, y una gran casa histórica que alquila al Gobierno ruso.
Abramóvich "pasa más tiempo en Rusia que en ningún otro lugar y sus negocios y sus intereses personales están en Rusia", escribe el juez. "Antes de 2004 prácticamente no pasaba ningún tiempo en Inglaterra. En 2007 sólo pasó 57 días allí y virtualmente todos esos días estaban relacionados con algún partido de fútbol". Su estancia media cuando viaja al Reino Unido es de 1,47 días y la más larga ha sido de tan sólo 11 días consecutivos, durante los cuales asistió a cuatro partidos de fútbol. El oligarca ruso compró el Chelsea en 2003 y desde entonces ha invertido en él más de 700 millones de euros.
Abramóvich ha conseguido así que los tribunales británicos se desentiendan de la denuncia presentada contra él por la compañía petrolera rusa Yugraneft, que le reclama 3.600 millones de euros por sus discrepancias en torno a un antiguo negocio.Yugraneft llevó primero el caso a los tribunales de las islas Vírgenes británicas, pero fue desestimado por falta de jurisdicción.
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