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Picasso se abre a Málaga

Cientos de personas visitan el museo en la triple jornada de puertas abiertas

El cambio de horario en la madrugada del domingo propició que ayer amaneciese un día mucho más luminoso en Málaga. El recién estrenado horario de invierno hizo que los cientos de personas que aguardaban pacientes la cola en la calle San Agustín padeciesen más temprano que de costumbre los calores propios del mediodía, pese a que el reloj apenas si marcaba las 9.45 de la mañana. Un día primaveral, con 24º grados y mucho sol, provocó que la cola buscase resguardo a la sombra de la muralla del Palacio de Buenavista, sede del Museo Picasso. A las 10.00, las puertas de la pinacoteca se abrieron puntuales, en la segunda de las tres jornadas de puertas abiertas con las que el museo celebra su quinto año de vida. En este lustro, el Museo Picasso ha recibido más de 1,7 millones de visitas, cifra que lo convierte en el más visitado de toda Andalucía. Una afluencia de público que en estos tres días de visita gratuita se verá rápidamente incrementada, a tenor de las colas que, según el vigilante de la puerta de entrada, se registraron el pasado sábado durante las ocho horas que el museo permaneció abierto. "Las colas no pararon ni a la hora del almuerzo. Hubo mucha gente y hoy parece que la cosa va a estar igual", comentaba el empleado de seguridad, que da paso "a unas 30 personas" por minuto. En la cola, gente de todo tipo. Excursiones de jubilados venidos del interior de la provincia, grupos de estudiantes extranjeros de español residentes en la capital, parejas maduras con nietos y más jóvenes con la novia, el novio y los amigos. La mayoría españoles, si bien se dejan ver algunos rasgos orientales en la hilera, cámara en ristre y alguna que otra sandalia con calcetines. Las tiendas de souvenirs cercanas al museo repletas de curiosos en busca de un motivo picassiano.

María Asunción Jiménez viene de Pizarra con su marido y sus cuñados. Están jubilados y han venido a comer con sus sobrinos a la capital. Aprovechan que madrugan para visitar el museo, siguiendo la recomendación de su sobrina. "No somos mucho de museos, pero como era gratis...", cuenta con inocente sinceridad, la misma con la que se encara a un guía del museo que la invita a cerrar el recorrido visitando la exposición temporal del surrealista alemán coetáneo de Picasso Max Ernst. "¿Esto también hay que verlo?", inquiere con cierto asombro. Los visitantes son conducidos por el patio del Palacio de Buenavista hasta cada una de las salas en las que cuelgan las 155 obras de la colección permanente donadas por Christine y Bernard Ruiz Picasso, nuera y nieto del artista. Retrato de Paulo con gorro blanco (1923), el retrato del hijo del pintor, serio y enigmático, y el colorido de Olga Koklova con mantilla (1917) logran atraer la atención en la primera sala, con la gente arremolinada ante ellos.

Kalipedia: Picasso, la vitalidad de un genio

Colas de visitantes en las puertas del Museo Picasso, ayer a primera hora de la mañana.
Colas de visitantes en las puertas del Museo Picasso, ayer a primera hora de la mañana.JULIÁN ROJAS
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