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Llegan a Tenerife dos cayucos con 138 inmigrantes a bordo

Dos cayucos llegaron ayer por sus propios medios a la isla de Tenerife con 138 sin papeles a bordo, todos ellos en aparente buen estado de salud, según informó la Delegación del Gobierno en Canarias. Al menos cinco de los inmigrantes indocumentados podrían ser menores de edad.

La primera de las embarcaciones, en la que viajaban 62 personas, llegó por la tarde a la playa de Tajao, en el municipio tinerfeño de Arico, al sur de la isla. Según la Policía Nacional, cinco de ellos podrían ser menores. Tres de los tripulantes han sido retenidos por las fuerzas policiales por ser sospechosos de ser los patrones de la embarcación.

Prácticamente al mismo tiempo que llegaba la primera barcaza, otro cayuco fue detectado cuando llegaba a la playa de la Tejita, en Granadilla de Abona. La embarcación fue avistada por un agente de la Guardia Civil de paisano fuera de horario laboral. Éste avisó a la Benemérita, que envió una patrullera para recoger el cayuco y remolcarlo hasta el puerto de Los Cristianos, en el municipio de Arona, ya que el estado del mar era "malo" y se habían quedado sin combustible. En la barcaza viajaban 76 personas.

Matrimonios ilegales

Precisamente la celebración de matrimonios con subsaharianos sin papeles era a lo que se dedicaban cuatro personas que fueron detenidas ayer en Sevilla. La Brigada Provincial de Extranjería y Documentación y la de Policía Judicial acusan a los detenidos, además, de falsedad documental, usurpación de estado civil y estafa.

La investigación que condujo a las detenciones se inició cuando la policía se enteró de que dos ciudadanos holandeses pretendían volver a su país desde Barcelona con billetes de avión y tarjetas de crédito falsas. Los agentes averiguaron que, previamente, ambas personas habían estado en Sevilla, donde se habían casado cada uno con un ciudadano nigeriano, ambos en situación irregular en España.

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Las bodas fueron arregladas por los detenidos, también de nacionalidad nigeriana. Tenían como finalidad dotar a los contrayentes del estatus de "ciudadanos comunitarios por matrimonio". Los ciudadanos holandeses recibieron por ello 3.000 euros cada uno. La investigación reveló que los detenidos habían realizado varias operaciones similares.

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