Ha nacido una estrella

"Hacíamos guardias las veinticuatro horas desde hace un mes. Una vez que se puso a parir, todo fue muy rápido. Cayó de golpe una cosa muy grande, como una bola: ahí estaba la criatura".

Sergio Fernández, uno de los veterinarios del parque natural Selwo, relataba el pasado 19 de julio, con mucho entusiasmo, el nacimiento del primer elefante de origen asiático en España. Estaba convencido de que ha visto nacer a una gran estrella.

Lo extraordinario de este nacimiento radica en que se trata de una especie muy difícil de reproducir, una de las causas de que se encuentre en peligro de extinción. La gestación de una elefanta es de 22 meses y su periodo de entre partos de cinco años.

Los padres del nuevo miembro de la familia, Samy y Ghana, llegaron al parque natural de Estepona en enero de 2004. Desde entonces, sus cuidadores han estado intentando durante cuatro años que tuvieran un hijo. Ahora que lo han conseguido, sus cuidadores han acondicionado una pradera en el parque para que el pequeño elefante crezca en las mejores condiciones. Su madre fue apartada de la manada para facilitar la intervención del equipo de veterinarios y cuidadores cuando llegase el momento.

Las atenciones que reciben son máximas y, desde que fue presentado en sociedad hace tres semanas, se ha convertido en el ojito derecho de los visitantes. Todavía, sin embargo, no tiene nombre. Selwo ha pedido a los turistas que elijan entre tres: Nayakan (héroe); Fareed (único); y Kanvar (príncipe). El pequeño llegará a pesar 5 toneladas cuando sea adulto. Se alimentará de leche materna durante los próximos cinco meses, aunque también comerá algo de vegetales. Estos animales aprenden a comer observando el comportamiento de sus familiares.

El nacimiento del bebé es un hito, ya que apenas es el sexto que nace en Europa. "Es fundamental su aparición para la población de elefantes, ya que no está representada su línea genética en el Proyecto Europeo de Reproducción", cuenta Fernández. La elefanta Samy, la madre, fue monitorizada durante toda la gestación por análisis hormonales en la orina.

Esta especia de elefantes cuenta con una población que oscila entre los 38.500 y los 52.500 ejemplares, "cifras que bajan rápidamente" y lo sitúan como una población mucho más amenazada que su pariente africano.

"Que haya tan pocos ha hecho que nos centremos en este nacimiento", explica el equipo de veterinarios.

Para que el alumbramiento fuese un éxito, el parque ha contado con el asesoramiento de los mayores expertos en el mundo en reproducción de paquidermos, como los doctores Hermes, Goritz e Hildebrandt del Instituto de Investigación de Fauna Silvestre y Zoos de Berlín (IZW) y el consultor internacional Alan Roocroft.

El parto se produjo a las 14.45. El pequeño comenzó a mamar horas después, ante el asombro y la admiración de sus cuidadores. Se sabían (como Fernández y su media sonrisa) testigos de un hecho extraordinario.