_
_
_
_
Reportaje:36ª jornada de Liga

"Lo fácil sería irse, pero quiero dar la cara"

Rijkaard no habla de "ridículo", pero el Barça deberá pelear en agosto por la 'Champions'

Nadie desde el pasado agosto había pisado la sala de prensa del Bernabéu con un semblante tan triste, hundido y desesperado como Frank Rijkaard. Tampoco nadie en sus condiciones supo sentarse delante de los micrófonos con tanta elegancia.

El técnico del Barça abandonó el césped de Chamartín cabizbajo, pero aguantando el chaparrón, de goles y lluvia, que le venía encima y esperando a todos sus jugadores. Los apretones de manos que dio a cada uno sonaban a despedida. Pero el holandés reconoció la superioridad del Madrid y dijo que en ningún momento del encuentro pensó en marcharse antes de tiempo. "La cosa más fácil ahora mismo sería no seguir, pero yo estoy con el equipo en los momentos malos también. Soy parte del grupo. Soy el entrenador y quiero dar la cara. El sufrimiento es una cosa que se comparte", explicó.

Parecía que se le iba a caer una lágrima de un momento a otro. Pero mantuvo la compostura hasta el final, sin cambiar el tono de voz, sin reproches. Simplemente, se dio cuenta de que el Barça no pudo contra el Madrid. Simplemente, se dio cuenta de que los azulgrana han acabado un ciclo por mucho que se negara a admitirlo delante de todos. "Yo no quiero hablar de eso. Antes hablaría de un partido con mucho sufrimiento" matizó. Y continuó: "Tampoco quiero hablar de mi equipo utilizando términos como humillación o ridículo".

Aseguró haber dejado al vestuario triste, hundido y tocado. Y, de hecho, es lo que reflejaron casi todos los jugadores al abandonar el Bernabéu. Primero Valdés, que no sabía ya por dónde le iban a caer los tiros. "Cuando pierdes, siempre es duro, pero hoy lo ha sido más. Cada vez que recibía un gol, lo único en que pensaba era en parar el remate siguiente. He sufrido y estoy jodido. El Madrid ha sido superior en todo", comentó.

Sylvinho tampoco encontró muchas explicaciones a la parálisis del Barça. "Sabíamos que iban a salir muy motivados por el título recién ganado, pero de allí a que nos pase esto... No encuentro explicación. Creo que los dos goles en los primeros 15 minutos nos reventaron", analizó. Zambrotta también calificó al día de "muy duro" y Edmilson reconoció que nunca había sufrido tanto: "Es uno de los días más duros para el barcelonismo".

Henry fue uno de los primeros en pasar por la zona mixta y fue el único que habló de la actuación de Pérez Burrull. "No quiero que suene o sirva de excusa, pero quiero ver muchas de las cosas que ha pitado el árbitro", se quejó el francés.

Rijkaard, en cambio, no quiso hablar del colegiado. "Es el fútbol. Se puede hablar o no de algunas faltas previas a los goles, pero lo cierto es que ellos han sido superiores en todo. Hemos jugado un mal partido y se ha visto la diferencia entre un equipo que ha tenido éxito y ha ganado algo y otro que ha sufrido y no ha cumplido", se sinceró. "El 0-2 nos ha cortado las piernas. Ellos han sido mucho más equipo. Han tenido confianza, se defendían y atacaban juntos", continuó.

"No creo que sea una cuestión de orgullo. Claro que los jugadores lo tienen, pero, cuando te encuentras con un 0-2, te sientes frustrado y te cuesta todo: rematar, aguantar el balón y cambiar el ritmo", explicó. Guti compartió el análisis del técnico holandés: "Yo he pasado por eso y sé lo que les pasa. Cuando pierdes la Liga y la Copa de Europa, pierdes la intensidad y, por mucho que quieras, no puedes reaccionar".

Tendrán que hacerlo pronto, ya que en agosto les espera la previa de la Champions.

Rijkaard, durante el encuentro.
Rijkaard, durante el encuentro.Á. GARCÍA

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_