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Colas para la renovación de papeles de los europeos

Largas colas que comienzan a las cinco de la mañana. Desesperación y nervios. Propietarios que no pueden vender sus casas. Estas son algunas de las consecuencias del colapso que sufren las comisarías de Dénia y de Benidorm desde que un decreto de 2007 obligara a los residentes europeos a inscribirse en el Registro Central de Extranjeros y dictaminara la desaparición de la antigua tarjeta de residente comunitario.

La situación es especialmente delicada en las dos comarcas de la Marina, donde la población de residentes europeos se ha multiplicado durante los últimos años. La comisaría de Benidorm obliga a guardar cola a primera hora de la mañana para el reparto de los números del día, con lo que hay residentes europeos que se tienen que levantar antes del amanecer para obtenerlo y, a veces sin suerte: cuando los turnos se agotan, el resto de los ciudadanos de la Unión Europea deben volverse a sus poblaciones de origen y probar suerte otro día. Ya se han dado varios casos en este sentido.

Por su parte, el método practicado en las dependencias policiales de Dénia no es mucho mejor: allí se da número para dentro de seis meses, con lo que ya hay citas para octubre. En la capital de La Marina Alta, pese a que hace poco tiempo se inauguró una segunda oficina policial solo para trámites, también hay dificultades para que los ciudadanos españoles obtengan su DNI o su pasaporte.

Las quejas han arreciado en las poblaciones en las que el número de extranjeros del viejo continente iguala o incluso supera al de españoles. Es el caso de Xàbia, Teulada o Els Poblets en La Marina Alta o de La Nucia, Benidorm y L'Alfàs en La Marina Baixa.

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