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Reportaje:

Sueños de danza, música y poligamia

El director Juan Laguna estrena 'Princesa de África', un relato de mujeres

A miles de kilómetros de Hollywood, en lugares recónditos como el pueblo senegalés de Louga, también se extienden alfombras rojas. En esta localidad, donde la televisión es un lujo y el cine un acontecimiento del que algunos de sus habitantes nunca habían disfrutado, se celebró el pasado enero el estreno mundial de la película documental Princesa de África, que compite en el Festival de Málaga.

Filmado entre Louga y Madrid por el madrileño Juan Laguna, de 27 años, y con tres mujeres senegalesas y una española como protagonistas, el filme es una inmersión en el mundo de la poligamia, la danza y la música, que no pueden separarse en la cultura de los griots, una etnia formada por artistas de costumbres similares a las de los gitanos en España y que son mayoría en Louga.

La película se ha filmado a estilo 'indie': el equipo no ha cobrado

"La poligamia en Senegal tiene un sentido social. Las mujeres no tienen educación y la mayoría no trabaja, así que dependen de los hombres. A mí al principio no me chocó, hasta que tuve que enfrentarme a la realidad de ver a mi marido con sus otras mujeres. Los celos son universales, producto de la rivalidad, que es un conflicto humano. Pero lo que él me da profesionalmente y personalmente me compensa por todo lo demás", explicaba tras el estreno la protagonista, Sonia Sampayo, una bailarina madrileña de 34 años.

De niña tenía reúma y descubrió en la danza la medicina para su sufrimiento físico. Hoy, esta mujer adicta al movimiento está casada con Pap N'diaye, un célebre percusionista griot al que se unió hace ya una década y cuya relación fascinó a Laguna.

N'diaye, procedente de una cultura en la que compartir marido es una imposición milenaria que sólo ahora los jóvenes se atreven a cuestionar, vive en España con Sonia pero visita anualmente a sus otras dos esposas, Kiné y Fama, con las que tiene seis hijos. "Me impactó su historia y quise saber más, pero evitando juzgar la poligamia", explicaba Laguna el pasado enero en Louga, donde después de tres años de idas y venidas cámara al hombro, y chapurreando la lengua local wolof, se paseaba subido a los taxis locales -carros tirados por burros- como una auténtica estrella.

"El filme es un relato de mujeres, que son las que llevan el peso de una sociedad que yo aún estoy tratando de entender. Los sueños son muy importantes para todos los protagonistas porque todos persiguen alguno que, cuando se hace realidad, resulta ser muy diferente de lo que se habían imaginado", señalaba.

Mezclando imágenes que rozan lo experimental, la animación y la realidad, Princesa de África es el retrato de esta insólita familia, visto a través de los ojos de Marem N'diaye, la hija mayor del músico, una espectacular Naomi Campbell en versión senegalesa, a la que su sueño de viajar al mundo toubab (blancos) se le cayó encima al pisar Madrid. Como les ocurre a miles de inmigrantes.

El sueño de Laguna tampoco es fácil: conseguir estrenar en salas comerciales -"sin tener padrino"- una película filmada al más puro estilo indie, "con un equipo que no ha cobrado ni un duro". Este amante de la música ha cuidado especialmente la banda sonora, en la que ha participado Bebe, que canta junto a Cheikh Baye Fall, un intérprete desconocido, con una voz estremecedora, a quien Laguna descubrió en Louga y al que también le está produciendo la grabación de un disco.

Un fotograma del documental <i>Princesa de África.</i>
Un fotograma del documental Princesa de África.
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