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Reportaje:

El enigma de 'Steinert & Cía'

Una exposición muestra la obra de Santiago Laespada, participante en las muestras de fotografía subjetiva

Otto Steinert (Saarbrücken, 1915-Essen-Werden, 1978) fue el impulsor la fotografía subjetiva, un movimiento surgido en Alemania a mediados del siglo XX que primaba la investigación formal y la búsqueda de un lenguaje específico para el medio. El pasado año la exposición Steinert & Cía mostró en Bilbao medio centenar de fotografías, una selección de las imágenes reunidas en las tres muestras internacionales que el artista organizó para enseñar al mundo lo que era "la fotografía subjetiva".

Entre las obras de grandes fotógrafos -Raoul Hausmann, Irving Penn, William Klein, Henri Cartier-Bresson y Robert Doisneau- se presentaba una enigmática imagen, En el lazo, firmada por un desconocido de nombre español: Santiago Laespada. El comisario de Steinert & Cía, el profesor Ramón Esparza, comenzó entonces a buscar quién era aquel Laespada del que no se encontraba ni una línea en los estudios sobre fotografía española de los años 40 y 50 del siglo pasado.

Resultó que Santiago Laespada era un fotógrafo aficionado bilbaíno y que su familia guardaba el material que acumuló a lo largo de su vida pero que no mostró al público. Medio centenar de sus fotografías conforman ahora la exposición que descubre su trabajo con la cámara fotográfica en los años de la posguerra española.

La exposición de sus fotografías en la sala bilbaína de la BBK (Gran Vía, 32) acaba con los interrogantes que surgieron en Steinert & Cía. Laespada (Bilbao, 1907-1992) había heredado de su padre, litógrafo de profesión, el interés por las imágenes. Estudió en el colegio de La Salle y en la Escuela de Estudios Mercantiles de Bilbao, donde alcanzó el grado de Intendente Mercantil, y llegó a ser depositario general de la Diputación de Vizcaya. Thais Laespada, nieta del fotógrafo, recuerda a un hombre muy alto, apuesto, de cabellos blancos y poblado bigote, que revelaba sus carretes en el laboratorio casero que había instalado en el aseo de su vivienda, en la calle Ribera de Bilbao, enfrente de San Antón. Su abuelo, dice, era culto, equitativo y religioso, aficionado al ciclismo y la montaña, y tan apasionado por la fotografía que consiguió enseñar los secretos del revelado a toda la familia.

Sólo queda una pregunta por contestar. ¿Cómo llegó a manos de Steinert la fotografía de Laespada? El impulsor de la fotografía subjetiva defendía que en sus exposiciones entraba "cualquier cosa que tenga calidad", pero no han quedado testimonios de por qué eligió el trabajo de Laespada. Steinert seleccionaba guiado por su intuición. En la primera exposición de fotografía subjetiva recogió 112 imágenes; en la segunda, 267. A la convocatoria de la tercera se presentaron más de 4.000 piezas de todo el mundo, pero sólo un centenar pasó la criba. La nieta de Laespada sospecha que la fotografía En el lazo llegó a manos de Steinert a través de algún concurso. "Era un hombre muy discreto, que no daba importancia a su afición a la fotografía", explica. "Nos consta que participó en concursos, pero no alardeaba de los resultados. Después de tantos años es muy difícil seguir la pista a lo que ocurrió con las fotos de mi abuelo".

La exposición mostrará las copias que el propio Laespada reveló. "Tenemos muchos negativos, pero sólo se van a mostrar las fotografías que él llevó al papel", añade Thais Laespada. "Jugaba con los contrastes en el proceso del revelado y le gustaba crear efectos".

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