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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Sergej Larin, tenor letón

Desarrolló su carrera en los teatros de ópera más importantes del mundo

Los dos primeros personajes que me vienen a la mente como recuerdo del tenor Sergej Larin están asociados al Festival de Salzburgo. Tanto en el Falso Dmitri de Boris Godunov, de Mussorgski, como en el Don Carlo, de la ópera de Verdi que lleva este título, las puestas en escena eran del también desaparecido Herbert Wernicke. Claudio Abbado dirigía musicalmente la primera, Lorin Maazel la segunda. Eran dos papeles que encajaban a las mil maravillas en su estilo de tenor heroico, impulsivo, temperamental.

Larin era un embajador distinguido de la ópera rusa, en un abanico que contempla desde Chaikovski hasta Shostakovich, pero también se movía como pez en el agua en el repertorio italiano, y en particular en Verdi, y de hecho había obtenido un premio tan carismático como el que otorga la sociedad Giuseppe Verdi de Parma al mejor cantante verdiano.

Ya desde su debú como Alfredo de La traviata había dejado claro cuales eran sus intenciones. Del repertorio operístico francés quedan su Don José y su Sanson como personajes emblemáticos. La ópera alemana no encajaba en sus preferencias.

Había nacido en Daugavpils, Letonia, hace 51 años. Licenciado en Filología, dio el salto a la fama en 1990 en la Staatsoper de Viena con su dibujo del personaje de Lenski en la ópera Eugenio Oneguin, de Chaikovski. Desarrolló su carrera en los teatros de ópera más importantes, desde La Scala de Milán a La Bastilla de París, desde el Metropolitan de Nueva York al Colón de Buenos Aires, desde Berlín a San Francisco, Londres, Munich, Zúrich, Verona, Ámsterdam, Bregenz, Sttugart, Hamburgo, Francfort o Viena.

Paralelamente ofreció recitales en las salas más prestigiosas. En la temporada 2006-07 cantó en Valencia la Misa glagolítica, de Janácek y en Sevilla el personaje de Cavaradossi de Tosca, de Puccini. Sergej Larin falleció, al parecer inesperadamente, en Bratislava el pasado 13 de enero. Descanse en paz.

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