Contenta, pero indignada
Día 29 de enero, 10.30, hospital Clínico de Málaga. Sala de espera de Oncología. Leo con satisfacción: la Audiencia Provincial de Madrid archiva el caso de las sedaciones en el hospital Severo Ochoa de Leganés. Mi enhorabuena y apoyo al doctor Montes y a los 14 médicos que junto a él han pasado esta sinrazón e injusticias que a buen seguro han marcado y marcarán su vida, no sólo profesional sino personal. ¡Ánimo y adelante!
Pero del contento paso a la indignación más profunda. ¿Qué pasa con los/as Lamela, Aguirre, Güemes, etcétera? Si en su momento no estuvieron a la altura política ni personal que se les supone por el cargo que ocupaban y ocupan, ¿qué hay ahora cuando se ha demostrado su inmenso error o preconcebida mala fe? ¿Es que están tan por encima del bien y del mal que no son capaces de pedir perdón? ¿Cuántos pacientes desde aquel abril de 2005 habrán muerto sin la necesaria ayuda? ¡Pidan perdón, rectifiquen y háganlo pronto, señores! y además públicamente. Los pacientes terminales, sus familias y la sociedad así os lo piden y os lo exigen.
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