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Reportaje:

El fondo de Català-Roca se muda al COAC

Los herederos del fotógrafo ceden en depósito los 200.000 negativos, contactos y libros al archivo del Colegio de Arquitectos para que lo digitalice y gestione

El 5 de marzo de este año se cumplirán 10 años de la muerte de Francesc Català-Roca (Valls, 1922-Barcelona, 1998), uno de los fotógrafos documentalistas más significativos del pasado siglo en España. Aunque algunas de las imágenes que plasmó a lo largo de 60 años de trayectoria profesional están ya en nuestro imaginario colectivo, puede decirse que sólo se conoce una parte de su inmenso legado. Tan inmenso que resulta difícil gestionarlo y, por eso, sus dos hijos, Andreu y Martí, herederos de su obra, han firmado un convenio con el Colegio de Arquitectos de Cataluña (COAC) para ceder este fondo fotográfico en un depósito, de momento, temporal. A cambio, el archivo se compromete a clasificar, conservarlo, restaurar y difundir este fondo con el objeto de que pueda acceder al mismo con las máximas garantías todo tipo de investigadores y profesionales. Las dos partes, el archivo y los herederos, compartirán los derechos de explotación de estas imágenes y, naturalmente, los hijos supervisarán las exposiciones o publicaciones que quieran hacerse sobre el trabajo de su padre.

Aunque aún se tiene que hacer un inventario definitivo, se sabe que este fondo está integrado por unos 200.000 negativos de diferentes formatos (se calcula que la mayoría de inéditos estarán en los negativos en 35 milímetros) de los que la mayoría son en blanco y negro, aunque también hay transparencias en color con las que trabajó en su última época. Incluso hay algunas placas de vidrio, aunque el acetato es el soporte básico de la mayoría de fotografías. El fondo incluye también 17.000 hojas de contacto (que será lo primero que se digitalice), 5 maquetas de libros, 50 libros de fotografía, unas 100 publicaciones en las que participó como fotógrafo y unas 100 cajas con ampliaciones fotográficas de época.

Lo sorprendente es que, aunque las instantáneas relacionadas con el mundo de la fotografía representan sólo el 10% del total (se calcula que hay unos 15.000 negativos del tema), el acuerdo incluya todo el fondo, lo que implica imágenes de carácter documental, retratos de los artistas con los que compartió amistad o trabajo (de Miró a Chillida pasando por Tàpies y Dalí) y también las muchas fotografías de toda España que hizo a raíz de encargos oficiales para realizar los carteles de promoción turística del país. "Ha habido buena sintonía y una confianza mutua", comenta Fernando Marzà, vocal de la junta de gobierno del COAC y uno de los artífices, junto a Jaume Orpinell, director del archivo fotográfico, del acuerdo.

Por una parte, explica, el COAC cuenta con un importante archivo documental que hasta hace poco más de un año no diferenciaba entre fotografías y otros documentos. "En muchas carpetas hay imágenes y fotografías que estaban tratadas como un documento más", dicen. "Muchas eran de Català-Roca o de otros artistas, incluso las había de Man Ray. Estamos poniendo orden creando un archivo de imágenes diferenciado, referenciado, claro está, a la carpeta y el proyecto documentado". Al encontrar tanto material de Català-Roca -que fotografíó a fondo el modernismo y también la arquitectura moderna al ser uno de los principales colaboradores de la revista Quaderns d'Arquitectura, que edita el mismo COAC- el Colegio de Arquitectos se pusieron en contacto con los herederos. Así supieron los problemas -de tiempo y de medios- para gestionar y digitalizar todo este fondo y, hablando, se llegó al acuerdo.

Orpinell afirma que, al contrario que con otros archivos de fotógrafos de su época, Català-Roca se dio cuenta muy temprano del valor de sus trabajos y de la importancia de tener el archivo catalogado, por lo que todos los contactos, al menos, están perfectamente referenciados en relación con el número de negativos y en un perfecto orden que sus hijos han mantenido y conservado durante estos años.

Se da la circunstancia de que Català-Roca vivió de primera mano, documentando y compartiendo inquietudes, el movimiento GATCPAC, que en los años treinta fue uno de los introductores en Cataluña de los postulados del Movimiento Moderno. Y, mira por dónde, el archivo del COAC -que en los últimos tiempos ha incrementado de forma considerable sus fondos- ha conseguido hacerse con casi todos los archivos familiares de sus integrantes, desde Josep Lluís Sert hasta Torres-Clavé o Sixte Yllescas. El círculo se cierra y, al mismo tiempo, la dimensión del archivo, que también cuenta con otros, se multiplica y sobrepasa, en mucho, la pura disciplina arquitectónica.

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