Cuatro detenidos por estafar a inmigrantes con contratos falsos

La policía ha desarticulado en Martos una red mafiosa acusada de introducir de manera irregular inmigrantes en España y de estafar cantidades que rondaban los 10.000 euros a marroquíes a los que les ofrecían falsos contratos de trabajo. Hasta el momento se han producido cuatro detenciones, todos ellos ciudadanos marroquíes, que ayer al mediodía pasaron a disposición del Juzgado de Martos, pero la policía mantiene abierta la llamada operación Noria e investiga la posible connivencia de varios agricultores marteños.

Los cuatro detenidos entre el fin de semana y el lunes, tres hombres y una mujer, todos de una misma familia, están acusados de los delitos de inmigración ilegal, estafa y contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. Ayer declararon ante el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Martos, José Raúl Calderón, que coordina la operación.

En las puertas del Juzgado de Martos se concentraron buena parte de las 26 supuestas víctimas de esta red, inmigrantes marroquíes a los que estas personas les habían cobrado cantidades que oscilan entre los 8.000 y los 10.000 euros a cambio de ofrecerles contratos de trabajo (que luego no llegaron a ver) que les permitieran legalizar su estancia en España.

La investigación policial de la llamada operación Noria, que se remonta al último mes, se inició cuando la Policía Local de Martos siguió la pista de varios inmigrantes hacinados en los llamados como pisos-patera y sospechó de que detrás había una red que facilitaba la entrada irregular de inmigrantes en España. Del testimonio de estos inmigrantes, localizados en una decena de pisos, se desprendió que la mayoría de ellos dejaron sus trabajos y sus familias en Marruecos y empeñaron todos sus ahorros (alguno incluso vendió su vivienda) para cumplir su sueño al otro lado del Estrecho. Los inmigrantes procedían de la zona de Casablanca, al igual que sus supuestos estafafadores.

Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Cuando llegaban a Martos comprobaban que los supuestos contratos de trabajo no existían y, además, muchos de ellos eran objeto de extorsión y de explotación laboral en actividades agrarias, y el resto eran abandonados a su suerte. Hubo incluso alguna víctima que ayer manifestó que le habían ofrecido un contrato de 1.000 euros al mes por trabajar en la agricultura, pero que finalmente le pagaron 200 euros.

Los detenidos hasta el momento son cuatro súbditos marroquíes: el cabecilla, T.E.B., su esposa, A.C.H., y otros dos familiares. Sin embargo, la operación sigue abierta y la policía ha estrechado el cerco sobre varios empresarios agrícolas marteños que, al parecer, podrían tener conexiones con los detenidos y que habrían recibido parte del dinero cobrado a los inmigrantes estafados a cambio de darles de alta durante unos días para así burlar la ley. Al cierre de esta edición, los cuatro detenidos seguían declarando ante el juez de Martos, que aún no había decidido si ordenaba el ingreso en prisión de los arrestados.