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Una biografía recupera la figura de Solé Barberà

Enric Company

La presentación de una biografía de Josep Solé Barberà (Reus, 1913-1988), abogado y ex dirigente del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC), se convirtió anoche en un homenaje al que durante muchos años de la dictadura franquista fue la figura pública de los comunistas catalanes.

Uno de los oradores en el acto, celebrado en la sede central de Comisiones Obreras, el también abogado y político, Miquel Roca Junyent, afirmó al repasar la trayectoria de Solé Barberà que Cataluña "tiene todavía una deuda" con él, porque no ha sido suficientemente reconocido. Ahora que se habla de memoria histórica, dijo Roca, esta biografía debería ser de lectura obligada para las generaciones jóvenes "para poder comprender la lucha contra la dictadura y el decisivo papel del PSUC y del propio Solé en ella".

Entre el centenar de asistentes al acto se encontraban los actuales secretarios generales de los partidos herederos del PSUC, Jordi Guillot, de Iniciativa Verds, y Jordi Miralles, de Esquerra Unida i Alternativa. Además de Roca, intervinieron el secretario general de Comisiones Obreras, Joan Coscubiela, y la ex diputada y ex dirigente del PSUC Eulàlia Vintró.

Solé Barberà (Reus, 1913, 1988) se integró en el PSUC desde la fundación del partido en 1936 y militó activamente en él hasta el fin de su vida, lo que le valió muchos años de prisión y dos condenas a muerte. Lo que lo convirtió en la figura pública del PSUC fue su actuación como abogado defensor de antifranquistas en consejos de guerra, ante el Tribunal de Orden Público de la dictadura y de sindicalistas en la Magistratura del Trabajo.

La biografía, titulada La veu del PSUC, Josep Solé Barberà, advocat, es obra de Andreu Mayayo, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Barcelona. Mayayo explicó, sin embargo, que la biografía recoge todos los aspectos de la vida de Solé Barberà, incluso algunos particularmente chocantes, como el de haber compaginado la intensa vida política con la gerencia de uno de los más conocidos locales de vida nocturna de la Rambla durante décadas, el Panams.

En contra de lo que suele ser habitual en las trayectorias de los viejos comunistas, Mayayo definió la de Solé Barberà como la de un hombre "feliz y victorioso", que entre otras cosas tuvo la inmensa dicha de abolir la pena de muerte como diputado constituyente en 1978.

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