_
_
_
_
_
Crónica:VUELTA 2007
Crónica
Texto informativo con interpretación

"Aún no he tocado techo"

Samuel Sánchez bate a Menchov en la contrarreloj, logra su tercera etapa y alcanza el podio

Samuel Sánchez, sincero como siempre y rotundo como acostumbra, reconocía antes de disputar los 20 kilómetros contrarreloj en Villalba, que esos nueve segundos podían ser un muro demasiado alto frente a un especialista como Cadel Evans. Que era una lástima quedarse fuera del podio por esa desventaja que no pudo limar el día anterior en la gran etapa de Abantos. Que sí, que saldría a por todas, pero que sería muy difícil, casi un imposible. Era un Samuel Sánchez realista, que unas horas después se convertía en un Samuel Sánchez atronador que conseguía lo imposible: reducir la desventaja con Evans y alcanzar el podio con el que había soñado desde que la Vuelta partió de Vigo. Pero consiguió más. Su afán por superar al australiano le llevo más lejos. Más allá de lo imposible estaba lo impensable ("la etapa no es un objetivo, el objetivo es el podio", había dicho). Y la etapa cayó en su bolsillo de una forma tan inesperada como indiscutible. Tan imperial se paseó por las vías de servicio de la Autopista de A Coruña, que a punto estuvo de arrebatarle a Carlos Sastre la segunda plaza, que el abulense conservó por 15 segundos.

La ambición y la fuerza pueden más, en los finales de las grandes Vueltas, que la especialización o la técnica. Samuel sabía que la etapa era corta, que discurría a gran velocidad (a 54 km/h de media circuló el ganador) y que las curvas que a él le gustan para aprovechar su buena técnica sobre la bici eran muy escasas. Sólo esperaba que lloviese para añadir un grado de dificultad que pudiera favorecerle. Si acaso un par de repechos le invitaban a la aventura imposible. Llovió pero muy al final de la etapa y no influyó en su desenlace...

Y a por ello fue con la referencia del buen tiempo marcado por el holandés Clement, que había doblado a tres corredores. A priori el candidato al triunfo era Menchov, que tenía la oportunidad de cerrar su triunfo final con otra victoria parcial que premiase su indiscutible jerarquía en el pelotón. En el primer punto intermedio, Sánchez ya le había robado a Evans cuatro segundos. El sueño era posible. Menchov cumplía las expectativas y aventajaba a Samuel en nueve segundos. Samuel transmitía fuerza, Evans, serenidad y Menchov, dominio. Sastre, tranquilidad.

Pero la contrarreloj pesaba más de la cuenta a estas alturas de la carrera. En el segundo paso, en el kilómetro 15 (a cinco de la llegada), saltó la sorpresa: Sánchez superaba a Evans en 13 segundos, a Sastre en 31 y a Menchov en dos. La constancia y la fortaleza del asturiano del Euskaltel eran brutales. Bien acoplado a la bicicleta, movía con soltura un desarrollo de 55-11, igual al de sus principales rivales. En la meta se produjo la explosión: 12 segundos a Menchov, 19 a Evans y 41 a Sastre.

Era la explosión final de un ciclista que ha acabado la carrera con una fuerza envidiable, yendo de menos a más y anunciando buenas noticias para el Mundial del domingo en Stuttgart. Todas las previsiones de Euskaltel saltaron por los aires. Por fin consiguió su primer podio en la Vuelta y, además, se vuelve con tres victorias de etapa, todas a cargo de Sánchez, de todos los estilos: una, la de Granada, fraguada en un descenso marca de la casa. Otra, en una ascensión preciosa a Abantos, y la última, la más sorprendente, en una contrarreloj corta y directa. Todo un compendio de virtudes que, al final, han servido para recomponer el podio de la Vuelta y la imagen gris de la segunda semana. Como se preveía, la Vuelta ha sido una cuestión de principio y fin, con un intermedio rutinario. Y la carrera ha acabado por recompensar a sus dos representantes más combativos.

Sastre y Sánchez escoltarán a Denis Menchov, un líder que ha sabido jugar sus cartas con cara de póker; los tres amparados por tres equipos sólidos que de una u otra manera han logrado sus objetivos o incluso los han superado. Sánchez, con tres victorias, acaba la Vuelta como Óscar Freire. Una buena noticia para el ciclismo español. Porque Samuel Sánchez huele a futuro. Lo dijo en la meta de Villalba: "Aún no he tocado techo. Trabajo, me cuido, aprendo de los errores y, como decía Armstrong, hay que saber rodearse de los mejores". Así de fácil.

Samuel Sánchez, durante la contrarreloj de Collado Villalba.
Samuel Sánchez, durante la contrarreloj de Collado Villalba.REUTERS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_