La razón salvaje

Juanma Sánchez Arteaga, doctor en Biología, profundiza en las derivadas ideológicas del discurso científico. Su libro, galardonado con el V Premio de Ensayo de Caja Madrid, es un viaje a la ciencia racista del siglo XIX, donde un nuevo paradigma de razón acercó la ciencia al discurso del mito y al de la violencia intelectual.

Sánchez Arteaga desmonta la tesis de una ciencia libre de supersticiones o de mitos. Analiza la recepción de Darwin en la biología y la antropología de la segunda mitad del siglo XIX. Diversas teorías mitificaron la superioridad evolutiva del hombre blanco. Conclusión admitida unánimemente por la comunidad científica. Además las razones no siempre fueron puras. Muy lejos de un saber libre de leyendas, la ciencia recogió mitos heredados de la tradición que, una vez racionalizados, sirvieron para idealizar el dominio militar y técnico del blanco sobre las razas no caucasianas. Fue la época del expansionismo colonial. No faltaron, aparte, antropólogos o biólogos que, en sus investigaciones, animalizaran a los sometidos de las colonias, que esta vez asumieron la forma de simios (o parientes cercanos al eslabón perdido).

Entonces la ciencia, en es

te juego de mitificaciones y humillaciones simbólicas, asumió su cara más agresiva en la razón salvaje, que legitimó la violencia hacia los hombres no caucasianos, que una vez racionalizados como simios o inferiores, fueron asimilados como instrumentos de explotación en la ciencia victoriana. Verdad y poder, razón y dominio, vienen a sumarse a una crítica de la razón con aires francfortianos en Sánchez Arteaga. Un libro brillante, que abre nuevas vías en la génesis del posdarwinismo. Y que desvela la relación de la ciencia con el poder y sus mecanismos de dominación.