_
_
_
_
_
HUMORISTAS
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El billete de lotería

Yo estaba disfrazado de Dolly Parton, sentado en el garaje de la casa que habíamos alquilado para grabar ese día un sketch para nuestro programa. Según el guión, me las tenía que ver con unos zombies que me querían robar mi banjo porque era un banjo mágico, pero eso es otra historia. El caso es que estaba sentado dándome aire con un pequeño ventilador a pilas porque las tetas me daban muchísimo calor, cuando reparé en una estantería llena de cosas. En menos de un minuto, ya estaba husmeando a fondo en ella. ¿Qué había en la estantería? Pues un Oscar "a la mejor madre", un cenicero con la leyenda "Mi suegra es encantadora pero de serpientes", una caca de broma y así. También había libros, de hecho cogí uno de Julio Verne para ojear las ilustraciones. Sobre lo que encontré en el libro os hablaré a continuación, realmente la verdadera anécdota empieza ahora, lo que pasa es que me gustan las introducciones más que a un tonto un lapicero. Bueno, dentro del libro había un boleto de lotería con el número 68291 de la serie 7ª fechado el 16 de agosto de 1974. ¡Qué casualidad! Justo el día en que nací, quiero decir que vine a este mundo, exactamente un 16 de agosto de 1974. Entonces empecé a pensar que mi nacimiento pudo traer suerte a un puñado de personas, me refiero a los que ganaron la lotería ese día. Y con ese pensamiento volví a la grabación, con ese pensamiento, con el boleto de lotería, el Oscar a la mejor madre y la caca de broma.

Si os dijera que estuve investigando sobre quiénes ganaron ese día la lotería, creéroslo porque es verdad, de hecho conseguí sus nombres e información sobre lo que hicieron con el dinero, y os lo voy a contar...

El ganador del primer premio se procuró dos pisos contiguos para él y sus padres. El resto lo invirtió en el Fórum Filatélico. El ganador del segundo premio se gastó el dinero en un Talbot Solara Escorial, un chalet en Santa Pola y en un tritón jaspeado que tuvo que cambiar por un San Bernardo porque se le murió. El ganador del tercer premio se compró un camión.

Mientras los dos primeros se dedicaban a disfrutar de sus bienes, salvo del tritón, qué lástima, el tercero empezó a transportar productos a Mercamadrid. Al año tenía una flota de camiones y había ganado su segundo millón de pesetas. Con ese dinero compró una treintena de hormigoneras, que puestas en hilera corresponde exactamente a 30 hormigoneras puestas en fila, y con ellas construyó un bloque de pisos de ocho plantas y 32 viviendas con trastero en la avenida de la Albufera de Vallecas. Como vendió todos los pisos, adquirió al contado un yate, al que llamo Lady Yate, y una avioneta a la que llamo Míster Avioneta, además de una cuadra con caballos, entre otras cosas, y comenzó la construcción de 800 chalets pareados. Actualmente es dueño de un puerto deportivo, de media docena de aviones, de un centro comercial en Las Lomas, de un equipo de fútbol y de varias obras de arte naïf, además tiene en proyecto la creación de una ciudad de 80.000 viviendas en medio de la nada, o sea que le va bien.

Y llamarme ingenuo, pero en mi interior pienso que yo le di suerte a este hombre, porque ganó la lotería el mismo día que nací y me reconforta pensar que contribuí a la estrella de Francisco Hernando, El Pocero.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_