Quejas contra el 'afterhours' campestre de Jane Seymour
Saint Catherine es un idílico y tranquilo paraje cerca de la ciudad de Bath, al suroeste de Inglaterra. Allí es donde Jane Seymour, la chica Bond de los setenta y la comprensiva doctora Quinn de la serie de televisión, tiene una mansión y vive tres meses al año. El resto del tiempo, alquila la casa para fiestas. Y aquí empiezan los problemas con los 50 habitantes de la zona: se quejan por la música alta a cualquier hora del día -la actriz tiene una licencia que le permite tenerla 24 horas-, atascos de tráfico por el constante trasiego de furgonetas de catering, de taxis y de equipos de música, y hasta fuegos artificiales un día sí y otro también. La prensa británica, desde The Guardian a la BBC o el Daily Mail, recogía ayer las protestas, denuncias y manifestaciones de los vecinos. Se niegan a que la actriz monte un afterhours, gane dinero y lo sufran ellos. Una de las pancartas decía: Niños, paseantes y jinetes en peligro. Seymour se limitó a salir al porche para decir amablemente: "Sin comentarios".
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