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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Raimundo Pérez Lezama, futbolista del Athletic

Jugador muy innovador, tenía el mejor palmarés del club bilbaíno

Lezama defendió la portería del Athletic de Bilbao desde 1941 hasta 1957, periodo en el que consiguió dos campeonatos de Liga (1943 y 1956) y seis títulos de Copa (1943, 1944, 1945, 1950, 1955 y 1956), además de un trofeo Zamora. Fue una vez internacional con la selección española, en 1947. Como guardameta, abrió una estirpe que continuaron en el equipo vizcaíno Cedrún, Iríbar y Zubizarreta, gracias a las innovaciones que trajo desde Inglaterra, a donde llegó como un niño de la guerra en mayo de 1937, poco antes de la caída de Bilbao en manos de las tropas franquistas.

A su llegada a Southampton, al sur del país, Lezama fue acogido en casa de Toby Keller, un comandante de la RAF -la aviación militar británica- y directivo del club local. Allí empezó a practicar el fútbol, con tal éxito que permaneció en el Southampton tres temporadas, antes de pasar al Manchester United. En 1941, regresó a Bilbao y, tras un breve paso por el Arenas, ingresó en el Athletic, en el que participó de su época más gloriosa junto a Iriondo, Zarra y Gainza.

Hasta su muerte, ha sido el ex jugador del club con mejor palmarés. San Mamés se acostumbró a su técnica, muy adelantada a lo que entonces se veía. Introdujo conceptos que ahora son indispensables. Se colocaba con frecuencia fuera del área, para disponer de un mejor punto de vista. "Los árbitros estaban sorprendidos y se lo recriminaban", recuerda su hijo mayor, Manu. Además, destacó por importar el saque con la mano y el botepronto. "Su mejor recuerdo fue la final de Copa de 1943, cuando el Athletic ganó en Chamartín al Madrid". Al equipo blanco lo dirigía entonces Ricardo Zamora, que un año antes, como técnico del Atlético, le espetó a Lezama: "El fútbol no está hecho para ti".

Asiduo de La Catedral, Lezama sufrió "muchísimo" las dos últimas temporadas, en las que el Athletic ha visto la Segunda División más cerca que nunca. "No era un forofo. La procesión le iba por dentro, pero lo pasaba fatal", comenta su hijo.

Lezama, con la copa conseguida en 1945.
Lezama, con la copa conseguida en 1945.ARCHIVO ATHLETIC CLUB

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