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Una molécula para que el cáncer se 'suicide'

El Yondelis actúa sobre cinco nucleótidos del ADN de la célula cancerígena, reclutando unas enzimas que consiguen que se suicide y, por tanto, deje de dividirse sin control. Así, se logra frenar el desarrollo de los tumores, haciéndolos operables en algunos casos y en otros aumentando en meses la esperanza de vida del paciente terminal.

En los ensayos clínicos participaron 270 pacientes con sarcoma de tejidos blandos en progresión y que no tenían ninguna opción terapéutica posible. Administrando el medicamento, lograron frenar en un 27% la progresión del tumor. En más de la mitad de los pacientes se logró aumentar su esperanza de vida en 12 meses. El fármaco se elabora a partir de un tunicado, un extraño ser que vive en el fondo del mar y que se encuentra en el Caribe y el Mediterráneo.

El sarcoma al que va dirigido se localiza en tejidos blandos como el músculo, la grasa o los vasos sanguíneos. Según PharmaMar, cada año se diagnostican en Europa más de 9.000 casos, de los que unos 800 o 900 se detectan en España.

La única curación posible pasa por extirpar el tumor y, dada su agresividad, extirpar también los tejidos sanos alrededor. Si está localizado en las extremidades, no hay demasiados problemas para realizar tan amplia extracción. Sin embargo, si se encuentra en el cuello o el tórax, con frecuencia no se puede operar si es grande, ya que está cerca de órganos vitales que se pueden dañar.

En estos casos, la única solución es aplicar quimioterapia o radioterapia para que el tumor disminuya y, así, realizar una cirugía segura. Con los tratamientos actuales tan sólo se logra reducir el tumor en un tercio de los casos, explica Alfredo Carrato, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica. Ahí es donde este oncólogo encuentra una de las mayores contribuciones del Yondelis: "Puede reducir el tamaño del tumor y, por lo tanto, hacerlo operable". Sin embargo, si no se logra este efecto, lo único que puede hacer con el nuevo fármaco es "aumentar la esperanza de vida durante meses, pero no curar". En este sentido, el Yondelis "es un paso, pero no es revolucionario", puntualiza.

Carrato también observa que "este fármaco no funciona igual en todos los pacientes que tienen este tipo de tumor, lo que significa que hay que identificar el patrón genético de estos tumores para determinar quién reacciona y quién no". En definitiva, el fármaco contribuirá a mejorar el tratamiento del cáncer. "El Yondelis es positivo porque aumenta el arsenal de fármacos antitumorales para tratar esta enfermedad", afirma. Los más utilizados son las antraciclinas, que tienen ya 40 años, y los taxanos, que rondan los 15 años.

También se están haciendo ensayos para ver cómo funciona el Yondelis en el tratamiento de otros tumores. Se han iniciado ensayos en fase III, es decir, con pacientes, para ver su efectividad en el tratamiento del cáncer de ovario, y en fase II para el cáncer de mama y de próstata.

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