Quintana abre el BNG a "todos los que lleven Galicia en el corazón"
Anxo Quintana enfatizó ayer su propósito de ensanchar el BNG para abarcar el mayor espectro social y político posible. El líder nacionalista y vicepresidente de la Xunta aprovechó una reunión en Santiago con alcaldes y concejales electos de su formación política para proclamar la magnitud de la apertura que quiere imprimir al Bloque. "Estamos abiertos de par en par para que se incorporen a nuestra casa a todos los que lleven Galicia en el corazón y la cabeza", dijo Quintana, quien, en medio de duros ataques al PP, dedicó también un guiño a los votantes de esta formación que, según dijo, se han quedado "huérfanos".
Quintana reunió a sus responsables municipales para sacar pecho por las consecuencias que le han reportado al BNG las elecciones municipales del pasado 27 de mayo. Aunque los nacionalistas mantuvieron apenas los votos de hace cuatro años, su progreso en las villas intermedias y las alianzas con el PSdeG en la ciudades le han permitido disfrutar de una "extensión del poder". El líder del Bloque presumió de que su formación tendrá responsabilidades de gobierno en un centenar de ayuntamientos, una situación, señaló, que no se había producido en ninguna otra "época histórica" del nacionalismo gallego. "Aquí está el nacionalismo y aquí está para quedarse", proclamó.
Pero el vicepresidente de la Xunta quiso que la cita de ayer -seguida de una reunión de la Executiva del BNG- sirviese también para recordar el próximo desafío electoral, las generales que, salvo convocatoria anticipada, se celebrará en el primer trimestre de 2008. Según Quintana, esa ampliación del poder local del Bloque sólo se puede entender como un refrendo a la política que está desarrollando en la Xunta y ahora tiene que traducirse en una mayor influencia en la política española. "Nos marcamos desde aquí un reto, desde la confirmación de que los ciudadanos quieren más nacionalismo y con responsabilidad: vamos a utilizar responsablemente nuestra nueva presencia política para consolidar y reforzar nuestra presencia en la política del Estado", dijo.
Para Quintana, las elecciones también han dejado claro que el BNG es una fuerza política "dialogante y con estilo propio". "No somos la extensión de ninguna otra fuerza política. Ni estamos en esta vida para ejercer de pepito grillo o de conciencia crítica de nadie", sentenció. El líder nacionalista contrapuso la capacidad de diálogo de su fuerza política al "gravísimo problema" con que se encuentra el PP, sin aliados políticos.
En ese contexto, Quintana apeló directamente a los votantes del centro-derecha, "miles de ciudadanos", dijo, que se encuentran "huérfanos" de representación "porque dieron su voto para que sus ideas pudiesen gobernar y ahora se encuentran con un partido que veta esa posibilidad por quedarse en una postura numantina, totalitaria e incapaz de llegar a un tipo de acuerdo". Tras esa reflexión, el vicepresidente ofreció las puertas del BNG "abiertas de par en par".
