Día de sol, libros y viento

El día del Trabajador es el día de los libros. Al menos lo fue ayer. Fue festivo, lució el sol, coincidió con el fin de un puente y no muy lejos concluyó la manifestación del Primero de mayo. Es decir, el paseo de Antonio Machado de los Jardins de Vivers se llenó de gente. La mañana invitaba a pasear por la Fira del Llibre de València. "No está mal. Hay buen tiempo y hay marxeta. La gente compra", comenta Pepe Miralles, en la caseta de la librería Primado. Y no sólo compra los más vendidos y las novedades, que también y en el mayor número, sino que se interesa por las obras de fondo editorial. Hay que mostrarlas para picar la curiosidad, añade el curtido librero. A su lado, Alfons Cervera firma ejemplares de su última novela La lentitud del espía (Montesinos). Dice que, a pesar de su larga experiencia en la feria, no deja de sentirse "como un mono dentro de una jaula", de una caseta. Desde su jaula constata el caudaloso fluir de público.

Las obras de Torrent, Trías de Bes, Julia Navarro o Amoraga, entre las más vendidas

Vadeándolo se llega al Judici final. Ferran Torrent no para de firmar su última novela. "La verdad es que no me puedo quejar. Siempre me va bien en la Fira de València. Claro que es mi ciudad y a esta feria viene mucha gente los festivos".

¿Se está notando entonces que el índice de lectura de los valencianos ha superado por primera vez la media española (en la cola europea), como dio a conocer el lunes el director general del libro, Vicente Navarro de Luján? Josep Gregori, editor de Bromera, sonríe. La presidenta del Gremi de Llibrers, Glòria Mañas, también. No es fácil descifrar el grado de escepticismo de las sonrisas. Gregori destaca el papel de los llamados "mediadores", a saber: los maestros (sobre todo), los bibliotecarios y los libreros. Mañas se ríe abiertamente cuando se le recuerda que también los valencianos superan la media española en las veces que practican sexo, según una reciente encuesta. De modo que los valencianos leen más y hacen más el amor...

Hay encuestas y encuestas, "y la de hábitos de lectura está realizada por una empresa muy seria", aclara la presidenta de los libreros. Certifica la buena asistencia de público y descifra algunos de los títulos más vendidos hasta el momento: el de la escritora valenciana Carmen Amoraga, con Algo tan parecido al amor (Destino); Fernando Trias de Bes, con La buena suerte (Alfaguara); María Antonia Iglesia, con Maestros de la República (La esfera de los libros); Luis Leante, con Mira si yo te querré (Alfaguara); Julia Navarro, con La sangre de los inocentes (Plaza & Janés). No están todos, como tampoco son todos en la siguiente lista en valenciano: Ferran Torrent, con Judici final (Bromera); José Ramon Barat, con 1707. El somni perdut (Carena); Enric Sanabre, con Mira la tele! Pensa-hi! (Bullent).

Hay libros fuera de la corriente principal que también funcionan. La experta librera Heide Braun está vendiendo bien títulos feministas como Las mujeres, que leen, son peligrosas (Maeva), de Stefan Bollman, o Hierba mora (Lumen), de Teresa Moure. Ayer también tenía "marxeta" en su caseta y el lunes funcionó como "un sábado gracias al puente" .

"El domingo vino mucha gente pero no hubo aglomeraciones, porque había gente también fuera", apunta Mañas en la caseta de la organización, mientras se tapa los ojos. Fuera del paseo, resguardado por las filas paralelas de casetas, el viento soplaba con mucha intensidad, como se podía comprobar en las banderas sindicalistas y republicanas que portaban algunos manifestantes-lectores.

De la República, y en concreto, de la primera mujer que ejerció la abogacía en España y que fue directora general de Prisiones durante el Gobierno republicano, Victoria Kent, habla el libro de Miguel Ángel Villena. Ayer también firmó ejemplares de esta obra publicada por Debate que está siendo bien recibida sobre todo en Valencia. Los motivos: porque el libro cuenta con un prólogo de Carmen Alboch, porque Valencia "tiene gran tradición republicana" y porque su autor es valenciano, sugiere el autor y periodista de EL PAÍS.