Felipe Loza vuelve a los escenarios con el monólogo 'El gilipollas'
Después de estar casi cuatro años alejado de los escenarios, Felipe Loza estrenó el pasado viernes su nuevo espectáculo, El gilipollas. Comedia metafísica, en el marco del ciclo Zer(k)nias que acoge La Fundición, local bilbaíno que lleva 20 años apoyando arriesgados montajes de pequeño formato. En este montaje, el actor afronta un monólogo en el que el personaje sostiene la conveniencia de aplicar la terapia gestal, consistente en hacer una regresión a la vida fetal, para superar una profunda crisis.
Loza, que se impone "la obligación de buscar la sencillez en la propuesta, pero la complejidad en los contenidos", ha escrito y dirigido esta obra, en la que la terapia se le va de las manos y termina planteándose cuestiones existenciales en el estadio en el que era un espermatozoide. "No necesito hacer divertimento ni humor intrascendente, quiero hablar de esos problemas metafísicos que seguramente afectan a quienes me rodean", ha explicado. En su opinión, "la necesidad que tenemos de construirnos un yo importante" es la causa de la mayoría de "nuestros delirios".
El gilipollas. Comedia metafísica es el primero de los cinco estrenos programados por La Fundición para este segundo trimestre. Los próximos días 21 y 22 acogerá las primeras representaciones en Euskadi de Shichimi Togarashi, de la compañía de danza de Juan Domínguez y Amalia Fernández. Ya en mayo, programará el estreno absoluto de Haiku 4 (días 4 a 6), de la coreógrafa y bailarina Matxalen Bilbao, y los estrenos en Euskadi de otros dos espectáculos de danza: Tales of the body (12 y 13), de la compañía mallorquina Au Ments, y CYP17 (26 y 27), de la compañía holandesa que dirige André Gingras.
