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El PNV considera "difícil" alcanzar acuerdos globales con un único partido tras el 27-M

EA advierte a los peneuvistas de que sólo pactarán con ellos si apuestan por el soberanismo

Todavía los electores no han hablado en las urnas, pero los partidos ya van perfilando los posibles pactos electorales tras el 27 de mayo. El portavoz de la Ejecutiva del PNV, Íñigo Urkullu, dijo ayer que considera difícil cerrar un pacto global con un solo partido tras los comicios. De hecho, los peneuvistas acuden a las elecciones buscando una centralidad que les permita pactar a varias bandas. El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, recordó recientemente la sabiduría de la política de pactos de su partido en 1998 cuando gobernaba con PSE y EA en el Gobierno vasco, con UA en Vitoria, con el PSE y EB en el consistorio bilbaíno y mantenía un pacto de estabilidad en Madrid con el PP.

Y ese parece ser el campo de juego en el que los dirigentes del PNV pretenden jugar la partida que se abrirá una vez hablen las urnas el próximo 27 de mayo y se inicie el baile de pactos postelectorales: no descartar nada y jugar a varias bandas desde la centralidad política.

Mientras los socialistas quieren huir en la precampaña del debate en torno a los posibles pactos electorales -sobre todo para no desdibujar su apuesta como alternativa al nacionalismo-, PNV y EA van perfilando ya sus apuestas. El presidente del PNV en Vizcaya y portavoz de la ejecutiva nacional, Íñigo Urkullu, aseguró ayer que, "más que [por] transversalidad, abogamos por acuerdos políticos integradores", ante el panorama complejo que se abrirá tras las elecciones y a falta de saber si la izquierda independentista que no condena la violencia puede presentarse a las elecciones.

Urkullu reconoció en una entrevista en Radio Euskadi que los resultados del 27 de mayo "dibujarán un mapa complejo que hará necesario el debate y el contraste con las formaciones". No desveló el portavoz peneuvista las preferencias de su partido para alcanzar pactos de gobernabilidad. De manera genérica, aseguró que serán "consecuentes" con el tripartito que sostiene al Gobierno vasco, por lo que buscarán "responsabilidad" con ese programa que mantienen en él PNV, EA y EB. Un programa del que destacó, en todo caso, el compromiso de realizar una consulta a la sociedad vasca, en un mensaje que sobre todo pretendía calmar a su socio nacionalista, EA.

No obstante, Urkullu subrayó que su partido tiene "todo abierto" respecto a los futuros pactos municipales y forales, pero con unas "premisas muy claras": la apuesta inequívoca por las vías políticas y democráticas, el rechazo a la violencia y "un compromiso en avanzar hacia esa mayoría de edad de la sociedad vasca" para que sea consultada sobre su futuro político. El dirigente peneuvista apuntó su convicción de será "difícil" que pueda haber "pactos globales" para el conjunto de Euskadi, porque "las realidades territoriales y municipales son muy diversas y complejas". Por ello, aseguró que "no cerramos ninguna fórmula. Habrá que ver tras el 27 de mayo cuál es la situación que se da en cada uno de los territorios", concluyó.

Por su parte, EA pretende amarrar a su socio para que no vuelva a experiencias transversales con el PSE alejadas del soberanismo. El secretario de Organización de EA, Rafa Larreina, dijo ayer en la presentación de su candidato a la alcaldía de Zumaia, Iñaki Agirrezabalaga, que los acuerdos postelectorales que buscarán serán los que defiendan "la clave soberanista y el compromiso con el derecho a decidir". Y con claridad advirtió al PNV de que, si "opta por volver al pasado, a la época autonomista de [José Antonio] Ardanza y por gobiernos con fuerzas que no tienen un compromiso claro con la defensa del derecho a decidir de nuestro pueblo", no podrá llegar a acuerdos con EA.

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