La pugna entre CiU y Esquerra hace fracasar sus dos mociones soberanistas
Artur Mas ofreció a los republicanos un referéndum para plantear un "Estado propio"
La pugna entre CiU y Esquerra Republicana para demostrar a sus respectivos electorados que no renuncian al derecho a la autodeterminación hizo fracasar ayer en el Parlamento catalán las dos resoluciones que ambos partidos habían presentado en este sentido. En un intento de tensar las relaciones entre los tres socios del Gobierno (PSC, ERC e ICV), el presidente de CiU, Artur Mas, ofreció a Esquerra Republicana un acuerdo para convocar un referéndum en el que plantear la creación de un "Estado propio". Esquerra la rechazó, y tampoco logró el apoyo de CiU para una resolución en términos similares.
Al término del debate, los dirigentes de las dos formaciones se culparon mutuamente de que el Parlamento catalán no pudiera renovar ayer su compromiso con el derecho a la autodeterminación adoptado ya en 1989 y 1998. CiU retiró en el último momento su propuesta al ver que Esquerra Republicana no se dejó tentar por un texto que preveía, entre otras medidas, reclamar el "derecho democrático a decidir sobre la constitución de un Estado propio en el seno de la Unión Europea" como respuesta a un eventual recorte del Estatuto por parte del Tribunal Constitucional. ERC respondió presentando otra resolución en la que defendía el referéndum de autodeterminación como la única vía posible en caso de un varapalo del Constitucional.
La negociación entre los responsables de ambos partidos tuvo una vistosa puesta en escena tanto en los pasillos del Parlament, donde las negociaciones se apuraron hasta el último minuto, como en el propio hemiciclo. Todo ello ante un presidente de la Generalitat, José Montilla, que no ocultó signos de contrariedad durante el pleno.
Montilla, sin embargo, evitó hacer cualquier intervención durante el debate de la mañana. Tampoco habló el consejero de la vicepresidencia y líder de ERC Josep Lluís Carod Rovira, quien se limitó a conversar con Montilla en el escaño manteniendo en todo momento la apariencia de complicidad. Todo el protagonismo recayó en los portavoces parlamentarios de sus respectivos partidos. De esta manera, Montilla y Carod, intentaron que el ejecutivo quedara resguardado de la marejada que sacudía a los partidos que lo integran.
Pero si en el hemiciclo había tensión, en los pasillos saltaban chispas. Desde allí, CiU justificó su rechazo a la resolución de Esquerra por la crítica que los republicanos hacían en el texto del acuerdo alcanzado en enero de 2005 entre Artur Mas y el presidente Zapatero para "suprimir los ejes básicos del Estatuto". "Esto es un insulto", dijo más tarde el portavoz parlamentario de CiU, Felip Puig, quien acusó a Esquerra Republicana de "frivolizar con las ilusiones de la gente que ha venido manteniendo la supervivencia de esta nación".
La excusa de los republicanos para no votar la resolución de CiU fue que el texto de los nacionalistas incluía la autodeterminación como una salida más a tener en cuenta ante una eventual declaración de inconstitucionalidad del Estatuto. "El derecho de autodeterminación se tiene que ejercer y, además, con fecha concreta, a partir de una resolución adversa del Tribunal Constitucional", argumentó el portavoz republicano, Joan Ridao.
A partir de aquí y por regocijo del resto de fuerzas parlamentarias se esfumó cualquier posibilidad de entendimiento entre CiU y ERC. Mientras los dirigentes de CiU explicaban en los pasillos del Parlamento que ERC les había "engañado" al retirar en el último momento su apoyo a la moción, un exaltado Xavier Vendrell, número tres de ERC, se exclamaba ante los periodistas por las "mentiras" de los convergentes.
Entre los dirigentes del PSC y de Iniciativa reinaba el alivio por haber puesto el Gobierno a salvo del temporal. El portavoz adjunto del PSC, Joan Ferran, sí lamentó en público que el Ejecutivo catalán se haya visto sacudido por "un rifirrafe electoral de CiU y ERC". El diputado socialista afirmó con sorna que la autodeterminación es un debate que "tenemos en la despensa y que cuando conviene, porque hay un contexto electoral, lo sacamos fuera y lo metemos en el microondas a ver quién es más soberanista".
Combustible para el PP
También Jordi Miralles (Iniciativa-Esquerra Unida) lamentó que el debate sobre el despliegue del Estatuto sólo sirviera para "tomar la temperatura entre nacionalistas".
Fuentes de CiU admitieron ayer que la oferta soberanista a ERC se lanzó no sin pocas dudas por parte de la dirección. "Incluso Artur Mas no estaba muy convencido de ello, pero un amplio sector del partido encabezado por Oriol Pujol [hijo del ex presidente Jordi Pujol] así lo ha defendido". La situación dio todo tipo de combustible al Partido Popular. Josep Piqué se limitó a recordar la "gravedad" del hecho que Convergència i Unió opte por pedir "un Estado propio".
AUTOGOBIERNO: "Estado propio en el seno de la UE"
Convergència i Unió intentó sin éxito hasta el último momento del pleno sacar adelante la siguiente moción soberanista transaccionada con la presentada por ERC:
"Ante la posibilidad de que el Tribunal Constitucional declare nulos algunos artículos del Estatuto vigente o, simplemente, declare una lectura restrictiva del mismo, que sería del todo contrario al contenido de las alegaciones de la Cámara catalana. Ante esta eventualiad, el Parlamento catalán manifiesta la necesidad de contemplar sin excepción todas las salidas democráticas y pacíficas que puedan satisfacer mejor las legítimas aspiraciones de autogobierno de Cataluña, incluido el ejercico efectivo en referéndum del derecho a la autodeterminación del pueblo de Cataluña, de acuerdo con las reiteradas resoluciones en este sentido de este Parlamento, para poder hacer efectivo el derecho democrático a decidir sobre la constitución de un Estado propio en el seno de la Unión Europea".
GESTIÓN DE EL PRAT: Clamor por el control del aeropuerto
El Partido Popular se llevó una sorpresa a la hora de votar las resoluciones del debate. Su propuesta en la que reclamaba un nuevo modelo de gestión para el aeropuerto de Barcelona fue apoyada por los tres partidos de la izquierda y, por lo tanto, prosperó.
En la resolución se exigía que el Parlament se uniese "a la demanda unánime de la sociedad civil manifestada el pasado 22 de marzo" que requería "un nuevo modelo de gestión para el aeropuerto de El Prat". La propuesta defendía "la plena participación de la sociedad" con el objetivo de convertir el aeropuerto en una infraestructura "de primer nivel y lo máximo de competitiva".
La única moción aprobada por unanimidad fue una referida al servicio de Cercanías de Renfe. En, ella el Parlamento insta al Gobierno a "negociar con carácter inmediato el traspaso a la Generalitat de los servicios de transporte de viajeros por ferrocarril con origen y destino dentro del territorio de Cataluña".
DERECHO A DECIDIR: La autodeterminación como única salida
Los 21 diputados de Esquerra Republicana se quedaron solos en la votación de su enmienda sobre el camino que debe seguir Cataluña en caso de que el Tribunal Constitucional rechace el nuevo Estatuto.
"El acuerdo de enero de 2006 en La Moncloa hizo posible la aprobación del Estatuto vigente -que comportó la supresión de los ejes básicos del proyecto aprobado por el Parlamento catalán- que pese a haber sido ratificado posteriormente por el pueblo de Cataluña en referéndum ha permitido hacer una interpretación a la baja y deslegitimadora por parte del abogado del Estado y posiblemente por el Tribunal Constitucional. Si esta eventualidad negativa se produce, la vía autonomista quedará en un callejón sin salida y de acuerdo con las reiteradas resoluciones en este sentido de este Parlamento, el pueblo de Cataluña debe ejercer su derecho democrático a decidir la constitución de un Estado propio en el seno de la Unión Europea".
MÁS AUTONOMÍA: Frente común de los impulsores del Estatuto
Con el Estatuto catalán tambaleándose en el Tribunal Constitucional, los cuatro grupos que en su día impulsaron la modificación del texto en la Cámara catalana aparcaron sus diferencias para aprobar la siguiente moción conjunta.
"El Parlamento de Cataluña se compromete a desarrollar plenamente, en su integridad y con todas sus potencialidades el nuevo Estatuto de Autonomía refrendado por el pueblo de Cataluña. Por este motivo, el Parlamento manifiesta pleno apoyo al contenido de las alegaciones formuladas por los letrados de la Cámara catalana ante el Tribunal Constitucional".
Convergència i Unió no logró introducir en esta resolución un apartado en el que denunciaba la "amenaza" que supone para el Estatuto tanto los siete recursos que pesan sobre el texto en el Tribunal Constitucional como las alegaciones del abogado del Estado a estas apelaciones.
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