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Reportaje:Fútbol | Fase clasificatoria para la Eurocopa de 2008

La selección se asoma al vacío

El equipo de Luis Aragonés se enfrenta a la obligación de ganar a Dinamarca para no quedar descolgado del torneo

Diego Torres

Ángel es un lateral diestro de 26 años. Nació en Las Palmas y juega en el Celta. Todavía tiene la expresión ilusionada de los niños felices. Hoy debutará en un partido oficial con España. Lo hará ante Dinamarca, obligado a la clase de duelo a la que se ha condenado la selección después de siete meses de conflictos internos, manifestaciones irresponsables y exhibiciones de egoísmo que han descubierto a Luis Aragonés más obsesionado consigo mismo que con liderar un equipo huérfano de carácter.

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Ángel dice: "No podemos salir a jugar como si tuviéramos nueve puntos. Debemos salir a apretar desde el primer minuto. Tal y como estamos necesitados, yo no podré limitarme a defender. Tendré que subir para apoyar a Iniesta. Pero con mucho cuidado. Porque Jörgensen o Kahlenberg tienen una contra muy rápida".

La presencia inocente, casi anónima, de Ángel contrasta en un conjunto formado por figuras de todo tipo. A España le quedan ocho partidos más para lograr la clasificación para la Eurocopa, pero la cohesión en la federación y en el equipo es tan precaria que el seleccionador y los futbolistas están convencidos de que juegan con un pie en el vacío. Inseguros como se sienten, piensan que sólo les cabe una victoria para no quedarse fuera del torneo. Para España, una derrota hoy en el Bernabéu supondría mucho más que tres puntos menos. El destino de los equipos sin corazón es volátil.

Si España pierde, algo nada improbable en vista de los precedentes, se quedará a siete puntos de un puesto en la Eurocopa. El rival, Dinamarca, atraviesa la senda opuesta. Lleva siete partidos invicto y ha constituido una defensa sólida. El portero, Sorensen, no ha recibido ningún gol en los tres encuentros de clasificación que lleva disputados. Dinamarca juega cada vez mejor y suma siete puntos. Cuatro más que España. Algo que a la selección le intimida. Como dijo Casillas ayer: "Están mejor que nosotros".

Tras pasar una época ensimismado, sumido en una autocomplacencia morbosa, Luis Aragonés ha recobrado un poco de energía. "Rejuvenecido", que se dice, por el contacto con los jugadores, ha metido mano al equipo. Comenzó por la zaga, que transformará completamente debido a las sanciones de Puyol y Ramos. Ha olvidado a Pernía y Salgado y ha recurrido a Ángel, un debutante; a Javi Navarro, otro que casi es un debutante, y a Marchena y Capdevila, reciclados de anteriores campañas. En las bandas ha optado por desechar a los extremos puros para situar a mediapuntas con cambio de ritmo: Iniesta por la derecha y Silva por la izquierda. En el meollo permanecen Albelda y Xavi y arriba se asientan Morientes y Villa. La pareja de atacantes del Valencia, trasplantada a la selección en una maniobra de cirugía futbolística, puede dar el toque definitivo al conjunto. Del éxito de esta medida depende el gol. Nada menos. Lo que necesita España para que no la domine el vértigo.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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