Los armadores de Almería se sublevan por la incautación de 23.160 kilos de pescado inmaduro
La Inspección de Peca de la Junta de Andalucía en Almería y agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) se incautaron ayer de 23.160 kilos de jureles inmaduros en la lonja pesquera de la capital almeriense. El pescado no alcanzaba el peso y la talla mínima exigida. Los armadores de las embarcaciones afectados calificaron la operación de "verdadera hecatombe" para el sector, que tendrá repercusiones económicas "inmediatas" sobre unas 180 familias de patrones y marineros de la provincia.
Cuatro agentes y seis inspectores llevaron a cabo la operación, que culminó con la incautación de las capturas de más de una decena de embarcaciones. El pescado procedía de los caladeros de Roquetas de Mar, Aguadulce y la bahía almeriense frente al aeropuerto.
"Me parece un poco irresponsable que se hayan descargado en una lonja 20.000 kilos de pescado inmaduro y, sobre todo, cuando se trata de pesca de cerco. No daba la talla mínima de captura, que son 15 centímetros", explicó el delegado de Agricultura y Pesca en Almería, Juan Deus. Hace tan sólo una semana que acabó el paro biológico planificado para la recuperación de los caladeros, motivo por el que desde la Consejería se mostró preocupación y malestar.
La Asociación de Empresarios de la Pesca de Almería (Asopesca) defendió que el acta levantada por los inspectores de la Junta refleja que sólo en 20% de los jureles decomisados por la Guardia Civil tenían una talla de entre 11 y 11,5 centímetros. El presidente de Asopesca, José María Gallart, aclaró que la operación se realizó en aplicación de una nueva directiva europea que fija la talla mínima reglamentaria para el jurel en 15 centímetros, tres por encima de la exigida hasta el pasado 1 de marzo. Las 2.034 cajas de pescado inmaduro serán destruidas, según informó la Subdelegación del Gobierno.
"Tolerancia"
El portavoz de los armadores y patrón del pesquero Alonfer, Juan José Alonso Fernández, acusó a las autoridades de actuar con "tolerancia cero" y "falta de comprensión con los pescadores". En declaraciones a Efe, acusó a las autoridades de "pecar de una gran falta de tolerancia" al decomisar "el trabajo de todo un día" por "algunos ejemplares que no llegan exactamente" al tamaño mínimo establecido. "Los pescadores no hacemos más que lanzar las redes e, igual que pescamos algunos individuos de más de 25 centímetros, algunas veces se cuelan algunos más pequeños", añadió.
Señaló que el decomiso ha dejado a 180 familias "sin el sueldo de un día entero", por lo que la operación "tendrá repercusiones económicas directas e inmediatas". El patrón enfatizó finalmente que, si se aplica finalmente en otoño la nueva orden de tallas, "obligará a muchos a plantearse dejar los barcos y abandonar definitivamente la pesca".
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