El 'pop art' más crítico sobresale en los 88 obras de la selección del IVAM
Se exhiben cuadros de Rosenquist, Equipo Crónica, Arroyo, Richter, Rauschenberg y Adami
El pop europeo ha sido más crítico, más comprometido socialmente, más "intelectual" que el pop norteamericano, más tendente a reflejar la sociedad de consumo sin mediar apenas distancia crítica. Desde ayer se pueden apreciar estas distintas sensibilidades dentro de esta caudalosa corriente a través de 88 obras de 27 artistas, como Rosenquist, Hamilton, Arroyo, Oldenburg, Equipo Crónica, Richter, Adami, Rauschenberg o Polke, que conforman la exposición de la notable colección pop del IVAM. Predominan los creadores del viejo continente.
Los artistas de Estados Unidos reflejan la sociedad de consumo sin apenas distancia
La muestra contribuye a "romper con la mirada dominante" que los anglosajones han ejercido sobre la historia de este popular arte nacido en Inglaterra y trasladado pronto a Estados Unidos, añadió William Jeffett que coordina, junto a la directora del IVAM, Consuelo Ciscar, la exposición.
De hecho, el recorrido expositivo está dividido en los países donde el pop fructificó de manera simultánea con especial fecundidad, como Francia, Inglaterra, Alemania, España y Estados Unidos. La muestra se ciñe, en cualquier caso, a los fondos del museo, que posee 124 obras de 37 autores.
No se trata de alinear a los creadores en función de su nacionalidad, sino de ofrecer una panorámica "plural" a partir de los lugares donde desarrollaron buena parte de su producción. El español Arroyo y el italiano Adami, por ejemplo, trabajaron en París, en compañía de otros grandes del pop, como Télémaque. Todos ellos cuentan con obra en la muestra.
El nacimiento del pop a finales de los años cincuenta es indisociable al advenimiento de la sociedad de consumo. Pero la forma de afrontar esa nueva realidad fue muy dispar por parte del pop art, término que acuñó el crítico británico Lawrence Alloway para definir lo que hoy se denomina cultura popular, más que para referirse a las obras de arte de los jóvenes creadores que se apropiaban de ella. La expresión triunfó rápidamente y se convirtió también en un cajón de sastre al que va a parar cualquier obra que emplea imágenes populares, de la publicidad y de los medios de comunicación.
Las etiquetas y las clasificaciones son cómodas aunque nunca logran encerrar toda la verdad. Robert Rauschenberg y Jasper Johns son estadounidense y tampoco fueron ajenos a esa voluntad de crítica social y al influjo europeo cuando se convirtieron en los auténticos precursores del pop en EE UU a principios de los años sesenta.
Pero Warhol es el icono. Fue él quien dijo aquello de que "comprar es más americano que pensar" y la mayor parte de su producción más popular funciona como epítome del pop art. En este sentido, el comisario William Jeffet comentó que la crítica "y sobre todo el mercado" han centralizado el movimiento artístico en la figura del fundador de la Factory, cuando las manifestaciones fueron muy diversas. El IVAM, por cierto, no tiene obra de Warhol, lo que no es óbice para que Jeffett considere su colección de pop como una de las más importantes de Europa. Cindy Sherman y John Beldessari, entre otros, están presentes en la sala del pop de Estados Unidos.
A la línea más dura de compromiso social y político se ajustaban los trabajos del Equipo Crónica, máximo exponente del pop en España, apuntó Ciscar, que al instante mencionó a los también valencianos Equipo Realidad. La exposición contiene algunas obras del Equipo Crónica, si bien el grueso de la producción del museo, medio centenar de obras, forma parte de una exposición itinerante que, tras exhibirse en América Latina, recalará en el IVAM el 5 de julio.
También en la sala española se muestran piezas de Darío Villalba o de los valencianos Josep Renau, Genovés, Artur Heras o Manuel Sáez, que asistió a la presentación de la muestra a los medios de comunicación. No en vano, Valencia ha sido cuna y cantera del pop art en España, lo que explica el interés del museo, desde su fundación en 1989, por atesorar una colección significativa de este movimiento.
Muchas obras ya se han visto en diferentes presentaciones de los fondos del museo o integradas en exposiciones individuales y colectivas. Ahora, sin embargo, se pueden ver juntas hasta el 27 de mayo 88 piezas de la colección, la mayoría de ellas pinturas.
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