Medio Rural crea un banco de tierras para recuperar un tercio de la superficie agrícola
La Xunta prevé sanciones a los propietarios de fincas "en grave situación de abandono"
Medio Rural creará un banco de tierras para que ganaderos y agricultores puedan arrendar fincas en zonas de Galicia donde el sector lo demande. La Xunta prevé recuperar 200.000 hectáreas, un tercio de la superficie agrícola de Galicia, en la próxima década para revalorizar el campo gallego, asentar la población en el rural y combatir los incendios. El conselleiro, Alfredo Suárez Canal, anunció ayer sanciones para los propietarios que mantengan sus fincas "en grave situación de abandono" y ayudas a jóvenes y mujeres que monten explotaciones agropecuarias en el campo.
La intención de Medio Rural es mediar entre aquellos propietarios con fincas infrautilizadas y los ganaderos que necesitan mayores extensiones de terreno para hacer rentable su actividad. Durante los próximos diez años, el Gobierno gallego pretende recuperar a través de esta fórmula un tercio de las 600.000 hectáreas agrícolas de la comunidad para volver a dedicarlas al sector primario. Alfredo Suárez Canal calculó que en otoño el banco de tierras podrá poner a disposición de las explotaciones agrícolas entre 5.000 y 8.000 hectáreas en el interior de Galicia.
Para incentivar la recuperación de terrenos infrautilizados en zonas donde la Xunta detecte demanda de fincas para explotaciones ganaderas, Suárez Canal anunció que las fincas cedidas al banco de tierras quedarán exentas del Impuesto de Bienes Patrimoniales. El Gobierno gallego también establece medidas disuasorias para evitar que sigan proliferando minifundios que no ofrecen ningún rendimiento a la economía gallega y que además incrementan el riesgo de incendio en los montes.
El texto del anteproyecto establece que los dueños de fincas "en grave situación de abandono" deberán hacer frente a sanciones, cuya cuantía no quiso precisar el conselleiro. Suárez Canal aclaró que las multas sólo serán aplicadas en caso de que el mal estado de las fincas supongan un riesgo para las propiedades colindantes en las zonas donde existe demanda de suelo para el sector primario.
La futura ley especifica que la cesión de las propiedades al banco de tierras se realizará por un período mínimo de cinco años y otorga a la Administración un papel que va más allá de la mediación en los arriendos. Cuando entre en vigor, a mediados de año, la Xunta "velará por los bienes que integren el banco de tierras, realizará las labores en las fincas para entregar los terrenos en perfecto estado al arrendatario y también se compromete a llevar a cabo las labores necesarias para devolver los terrenos en perfecto estado al finalizar la cesión.
El proyecto también contempla la constitución de una comisión técnica de precios y valores que dictará un precio justo cuando propietario e inquilino no lleguen a acuerdo. El director Xeral de Estructuras Agrarias, Xosé Carballido anunció que su departamento ya ha señalado algunas zonas con una fuerte demanda de suelo para el sector primario y citó las comarcas de Castroverde y O Valadouro, en Lugo; Xallas, en A Coruña; A Limia, en Ourense, y Deza, en Pontevedra.
Propietarios desconocidos
Carballido también anunció que las primeras intervenciones se llevarán a cabo en zonas de concentración parcelaria y confirmó que "la Xunta incorporará al proyecto masas propias y fincas de propietarios desconocidos". El anteproyecto de ley de Conservación da Superficie Agraria Útil y del Banco de Tierras de Galicia que tiene previsto aprobar hoy el Consello de la Xunta, trata de dar respuesta a la "alta demanda" de suelo agrícola en algunas comarcas de Galicia por parte de productores que necesitan crecer para ser rentables y de quienes se quieren incorporar a la actividad agroganadera.
Y de paso invertir la tendencia de despoblación que ha vivido el rural gallego en las últimas décadas para conseguir que la comunidad se acerque a los parámetros europeos, que cifran en un 50% la cantidad de superficie dedicada a la agricultura. Actualmente, Galicia emplea sólo el 25% de su suelo en el sector primario, y el porcentaje sigue menguando año a año.
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