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Otro médico cuestiona la autopsia del policía del 'caso Puig Antich'

Latorre corrobora que el cadáver presentaba al menos cinco tiros

El doctor Joaquín Latorre Martín, que se encontraba de guardia en el hospital Clínico de Barcelona el 25 de septiembre de 1973, declaró ayer ante la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo que el cuerpo del subinspector de policía Francisco Anguas presentaba al menos cinco impactos de bala cuando ingresó, la tarde en que se produjo el enfrentamiento con el anarquista Salvador Puig Antich.

El doctor Latorre corroboró ayer el testimonio del doctor Ramón Barjau, jefe del Servicio de Traumatología del Clínico de Barcelona, en el sentido de que el cadáver del subinspector Anguas presentaba al menos cinco orificios por impacto de bala, alineados "a modo de ráfaga", en sentido ascendente a partir del muslo derecho y hacia el abdomen y hemitórax izquierdo.

Este testimonio y el de Barjau ponen en cuestión el informe de la autopsia de Anguas, extrañamente practicada en la comisaría de Barcelona a la que estaba destinado, y cuyo informe afirmaba que el policía recibió tres impactos de bala: uno a nivel del esternón, otro por dentro de la tetilla izquierda y un tercero a la altura del ombligo.

El doctor Latorre, adjunto al doctor Barjau agregó que días después supo por los periódicos que el informe de los forenses hablaba de sólo tres impactos y que la autopsia se había practicado en una comisaría. Al ver esa información, consideró que se habían tergiversado los hechos.

Sin ropa

Latorre precisó a preguntas de los magistrados que Barjau y él dedicaron entre 10 y 15 minutos a examinar el cuerpo de Anguas, despojado de sus ropas, sin realizar ninguna actuación sobre él porque ya estaba muerto.

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Al examinar el parte de defunción, Latorre reconoció la firma de Barjau y dijo que ése era el modelo de parte que se utilizaba en aquella época. En la parte inferior del documento había una inscripción a bolígrafo cuyas iniciales corresponden a "pasa a Anatómico Forense", dependencia que entonces se encontraba en el propio hospital, tres plantas más abajo. Sin embargo, la autopsia se practicó en la comisaría de Universidad. Latorre dijo no recordar ningún antecedente de otra autopsia en una comisaría.

El médico reiteró en varias ocasiones que el cuerpo de Anguas presentaba al menos cinco impactos. A preguntas del fiscal, Fernando Herrero-Tejedor, y los magistrados, indicó que los tres impactos reflejados en la autopsia coinciden con los observados por él en el pecho del policía y que fueron los más graves, pero insistió en que su impresión era que presentaba muchas heridas de bala aunque no podía precisar su localización, pero faltaban las dos del muslo.

Los testimonios de Barjau y Latorre avalan las tesis del defensor de la familia Puig Antich, Sebastián Martínez Ramos, quien sostiene que el policía recibió disparos de sus propios compañeros durante la detención del anarquista.

Latorre se ocupó después de Puig Antich, que llevaba dos balazos en la mandíbula y en el hombro izquierdo. El médico se opuso a que entraran en la sala de curas policías de uniforme que, según recordaba, estaban muy alterados y que le pidieron que diera el alta inmediatamente a Puig Antich para arreglar ellos el asunto "dándole un paseo por Montjuich".

Salvador Puig Antich, a principios de los años setenta.
Salvador Puig Antich, a principios de los años setenta.

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