Ronaldo y Ronaldo

"Ese jugador es tan guapo que no sé si seleccionarle o besarle". Harry Redknapp, veterano entrenador londinense.

Se ha hablado mucho de cómo la fortuna ilimitada de Roman Abramovich, dueño del Chelsea, iba a desequilibrar el mercado de fichajes. Esta semana hemos visto la prueba más contundente. Y el gran beneficiado ha sido uno de los pocos individuos más ricos que el magnate ruso: Silvio Berlusconi, el ex jefe del Gobierno italiano y presidente del Milan.

A los 21 años, junto a Zidane, el brasileño era el mejor. El portugués aún no lo ha demostrado

El Milan vendió a Shevchenko al Chelsea en el verano por 45 millones de euros. Ahora está a punto de comprar a Ronaldo al Madrid por unos siete millones. Sheva ha sido un desastre en el Chelsea, Y eso que ha tenido oportunidades. Ha jugado en 22 de los 24 partidos de la Liga. No se sabe muy bien si Ronaldo ha sido un desastre o no, ya que apenas le han dado minutos.

Pero los hechos son los siguientes. Ronaldo y Shevchenko han sido dos de los tres mejores goleadores a lo largo de la última década (el tercero es Henry, del Arsenal.) Los dos tienen 30 años. Y, como es difícil que un motivado Ronaldo rinda a más bajo nivel para el Milan que Shevchenko para el Chelsea, la conclusión es matemáticamente clara. El Milan, con los 38 millones de euros de ganancia que ha sacado de las dos transacciones, ha hecho el mejor negocio en la historia de la compraventa de jugadores.

Quizá para desviar la atención de la incompetencia y poca clase con la que el Madrid se ha desprendido de uno de los mejores futbolistas de la historia, fuentes del club blanco se han pasado buena parte de la semana alimentando la ilusión de que pronto llegará otro Ronaldo al Madrid: Cristiano Ronaldo, el portugués del Manchester United que ocupó el puesto de Beckham (llenando de paso el cupo de jugador guapo) cuando éste se vino al Madrid en el verano de 2003.

Ronaldo Júnior, que en una semana cumplirá los 22 años, es indudablemente de lo mejorcito que hay en el mercado europeo. Con 13 goles marcados en la Liga, ha tenido una temporada espléndida en Inglaterra. Mucho mejor que las tres primeras, cuando tendía a ser más vistoso que eficaz. La materia prima, eso sí, siempre ha sido de primera calidad. Velocísimo con el balón, de buena pegada con ambos pies, bien de cabeza y, además, alto y fuerte, Ronaldo II fue al comienzo de su etapa inglesa un potro con pedigrí que prometía más de lo que rendía. Le faltaba gol. Y le faltaban esos balones mortales que daba Beckham en sus mejores tiempos.

Esta temporada, el potro se ha convertido en caballo ganador. Curiosamente, el salto a la madurez ha coincidido con el revés más duro que ha sufrido en su joven carrera. Durante el Mundial de Alemania se convirtió en el enemigo público número uno en su país adoptivo por haber exigido descaradamente al árbitro la expulsión de Rooney, su compañero de equipo en el Manchester, durante un Portugal-Inglaterra. El árbitro hizo lo que Ronaldo pidió y, aunque Rooney se lo ha perdonado, ni el público inglés ni la vengativísima prensa sensacionalista han dejado de recordárselo.

Fue algo sorprendentemente parecido a lo que le pasó a Beckham tras ser expulsado él mismo, tontamente, contra Argentina en el Mundial de Francia 98. La derrota en aquel partido se la achacó a Beckham el 90% del público inglés.

De la mano del entrenador del Manchester, Alex Ferguson, los dos jugadores salieron fortalecidos de sus calvarios. Beckham ganó el triplete en la temporada 1998-99 con el Manchester y, en la final de la Copa de Europa contra el Bayern de Múnich, partido que el United ganó por 2-1, Ferguson señaló a Beckham como el mejor jugador en el campo. Hoy, el Manchester va el primero en la Liga y está a punto, al parecer, de cumplir su mejor temporada desde que se fue Beckham. Ronaldo, y el veterano Scholes, han sido los jugadores decisivos.

¿Debe la afición del Bernabeú ilusionarse ante el posible fichaje de Ronaldo II? Nunca se sabe cómo se va a adaptar un jugador a otro equipo, a otro país. Vean el caso de Shevchenko. Pero, eternas dudas aparte, hay pocos jugadores jóvenes en el mercado que, puestos a prueba al más alto nivel, hayan brillado como él. Quizá solo Cesc y Rooney. Ahora, si está a la altura de Ronaldo I, del mejor Ronaldo, eso es otra cosa. A los 21 años, el brasileño era, junto con Zidane, el mejor jugador del mundo. Ronaldo II podría un día acercarse a ese nivel. Pero todavía no lo ha demostrado.