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Reportaje:

La calle fagocita a los niños

La Feria Infantil de Moda apuesta por la ropa informal, los gorros 'hip-hoperos' y el fin de la diferenciación de edades

Adiós "lo-li-ta", adiós. La Pasarela FIMI, la Feria Internacional de Moda Infantil-Juvenil que ha tenido lugar en Feria Valencia, ha enterrado por fin el legado estético de Vladimir Nabokov. Un total de 11 han sido las firmas seleccionadas por el comité de la feria para presentar sus propuestas para el otoño-invierno 2007-2008, y casi todas ellas han mostrado unas colecciones donde el máximo exponente común denominador ha sido el triunfo del casual luxury (lujo informal).

Ni princesas de cuento ni caballeretes de postal. El gigantesco casualwear (ropa informal) se empequeñece en tallas. La moda callejera fagocita a la, tantas veces edulcorada, moda infantil. La calle manda, la realidad se impone, es la era del streetwear, de la ropa de calle.

El concepto de edad y, muy especialmente, las características que permitían establecer una neta y fácil distinción entre edades han ido difuminando sus contornos al mismo tiempo que asistimos a una discontinua difusión del adolescentismo.

Las firmas que acudieron a la pasarela de FIMI en esta 64 edición han sido: AKR Kids, Agatha Ruiz de la Prada, Bóboli, Giesswein, Lourdes, Mini a Ture, Pan con Chocolate, Pif by Aymeric, Rubio Kids by Hortensia Maeso, Tuc Tuc y Tutto Piccolo. En las propuestas de esas firmas los tejidos son sobre todo algodones, panas, y punto, sin olvidar el rey de las pasarelas: el denim, tanto en sus versiones más contemporáneas, como en la más tradicional. Para ellas, se han visto propuestas de vestidos con cintura alta, plisados, fuelles, drapeados y formas abullonadas. La firma Pif by Aymeric, presentó unas preadolescentes sacadas directamente de la película Buscando a Susan desesperadamente.

¿Los ochenta para las catorceañeras del nuevo milenio? Pues sí. Los pantalones se ajustan a la silueta y podrán verse en su versión pitillo o «capri», aunque continúan triunfando los leggins y las faldas cortas. Los chicos, más urbanos e informales, llevarán pantalones caídos y que estrechan para la nueva colección un poco los camales. Las prendas de abrigos van desde los tipo levita para ellos, como las que presentó Tutto Piccolo, pasando por las sudaderas con capucha de Mini a Ture, hasta capas para las niñas sin olvidar, en caso de ambos, las trencas.

Materiales que son bocados de realidad: felpa look neopreno, tricot grunge, black denim en gamas desgastadas. Acentos metal y brillo en mezclas lúrex y rayón. Lanas traídas del armario masculino tratadas con irreverencia. Las estrellas de esta temporada los complementos: gorros hip-hoperos, bufandas rayadas, guantes, calcetines y leotardos sobre todo de jackard. Nuevos clásicos inmortales.

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La nota colorista, de las que te suben los colores, la puso de nuevo Ágatha Ruiz de la Prada, que sigue empeñada en clownizar el mundo. Niñas payaso en combinaciones cromáticas imposibles. Una presentación que funcionó de maravilla con la línea temática que ASEPRI había marcado: el mundo del circo. FIMI, que contó en esta edición con 164 expositores directos, de los que 80 extranjeros, convoca por primera vez este año los premios Innovadores de la Moda Infantil y Juvenil (IMI) que, en tres modalidades, estarán dotados con 3.000 euros.

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