Siete razones para una crisis

Ryszard Kapuscinski identificó el nacimiento de todas las crisis: "Es cuando surgen preguntas que no pueden ser respondidas". El axioma se puede aplicar al Madrid de Fabio Capello y Ramón Calderón. Después de caer derrotado por quinta vez esta temporada, ante el Recreativo, y batiendo el récord de goles recibidos (0-3), el entrenador italiano admitió que no podía explicar lo sucedido. "No lo sé", repetía ayer a cada cuestión.

Capello no se excita. Margaret Thatcher admitió que la guerra de las Malvinas supuso para ella una "crisis excitante". La última crisis del Madrid, sin embargo, no ha provocado el mismo efecto en el técnico. Tras sufrir la primera derrota liguera de la temporada, en Getafe, Capello dedicó a sus jugadores una violenta filípica. El miércoles, después de un tropiezo que el propio entrenador adjudicó a la falta de mentalidad de sus jugadores, no tuvo palabras duras para ellos. "Cuidaos, no engordéis, y feliz Navidad", les dijo.

Cannavaro, Balón de Oro y el mejor del mundo para la FIFA, juega en el Madrid peor que Samuel

La defensa no funciona. Ramón Calderón enfatizó que contrató a Capello porque con el técnico italiano se ganaban "títulos". A Capello nunca le pidieron buen juego. Él sólo prometió eficacia. "Con Diarra y Emerson no nos meterán goles", vaticinó. Al cabo de 16 jornadas el nuevo Madrid ni juega bien ni es eficaz. Ha encajado 14 goles, dos más que el Madrid del mismo Capello en la temporada 1996-1997, en el mismo periodo. Además, la goleada recibida del Recre no tiene parangón en la primera etapa del italiano. En 1996-1997 el Madrid nunca recibió más de dos goles por partido antes de conquistar el título. "El Madrid está regalando la Liga en casa", dijo ayer el técnico en Radio Nacional. "Eso nunca ha pasado. Hace 10 años ganábamos siempre. Nos falta regularidad en casa".

Cannavaro. El italiano ganó el FIFA World Player y el Balón de Oro. Todo el mundo futbolístico le eligió como al mejor jugador de 2006. En el Madrid, sin embargo, juega peor que Walter Samuel. 2006 no ha pasado y el miércoles Cannavaro perdió la marca en los dos primeros goles del Recre. Pongolle y Uche anotaron después de superarlo. "Los premios le han despistado", dijo Capello. "Ha tenido muchos viajes, él es un chico serio, pero toda esta fiesta pasa factura".

Tres derrotas. En la temporada 1996-1997 el Madrid cayó por primera vez en la jornada 25, ante el Rayo. Al cabo de la campaña sufrió cuatro derrotas. Ahora Capello ha sufrido tres derrotas en 16 partidos.

Indecisión. Capello duda de su portero, de su defensa, de su centro del campo y de su delantera. Respecto a su portero, Casillas, no lo veía suficientemente alto. Respecto a su defensa, no confiaba en Cicinho ni en Helguera, y ambos terminaron siendo titulares. En el medio campo comenzó por elevar a Diarra y Emerson a la categoría de piedras angulares. Luego prescindió de Diarra, y el miércoles, por primera vez, de ambos. Formó con Beckham, en quien no cree, y apostó decididamente por Guti, para quien no tenía previsto un hueco.

Pocos goles. El aparato ofensivo del equipo también padece las vacilaciones de Capello. El entrenador no encuentra hombres de banda. Unas veces pone a Raúl, otras a Reyes, otras a Beckham y otras a Robinho. Los puntas también viven días de incertidumbre. Cada vez que ha jugado con Van Nistelrooy y Ronaldo el Madrid ha perdido. "Lo sé", masculló Capello cuando se lo recordaron. En la temporada 96-97 el Madrid marcó 33 goles en las primeras 16 jornadas. En el mismo periodo de este campeonato ha marcado 26.

Beckham. Siempre que se ve envuelto en una derrota humillante Beckham abandona el vestuario cojo. Lo hace con frecuencia esta temporada, en la que ha sido titular en siete partidos, de los cuales el Madrid ha perdido cuatro (Lyon, Getafe, Sevilla y Recre), ha empatado dos (Villarreal y Dinamo) y ha ganado uno (Levante).

Ayer, al día siguiente de caer ante el Recreativo (0-3), tras el entrenamiento, el inglés dejó las instalaciones de Valdebebas caminando con cierta dificultad. Definitivamente fuera de la selección inglesa, marginado de los planes maestros de Capello, y con una oferta del Madrid que rebaja sus pretensiones económicas, Beckham afronta el crepúsculo de su trayectoria como futbolista de elite. Tiene 31 años y sus agentes le han recomendado que no firme la renovación que le propone el Madrid y opte por esperar a febrero, o marzo, para replantearse la situación. Puesto que su compromiso con el Madrid caduca en junio, la FIFA le concede el derecho de escuchar ofertas de otros clubes. Y eso hará.