Jack Williamson, escritor de ciencia-ficción
Autor de más de cincuenta novelas, ganó los premios World Fantasy y Nebula
Su primer relato de ciencia-ficción, The metal man, lo publicó en 1928, con apenas 20 años. Su última novela, The stonehenge gate, llegó a las librerías en 2005. A lo largo de toda su existencia se dedicó fundamentalmente a imaginarse mundos futuros con los que se ganó la admiración y el respeto de sus más brillantes colegas en un género que contribuyó a revolucionar y enriquecer con más de 50 novelas.
Nació en 1908 en Bisbee (Arizona) y después se trasladó junto a su familia en carromato hasta Nuevo México. "Vivíamos en granjas aisladas y ranchos, lejos de todo el mundo, y durante mi infancia estuve en contacto con muy pocos niños. Hasta cierto punto yo vivía sobre todo en mi imaginación. La vida hubiera estado absolutamente vacía sin imaginación", declaró en una entrevista en Publishers Weekly en 1986.
Su llegada a la ciencia-ficción se produjo tras leer un relato en la revista Amazing Stories en 1926. Se pasó todo un año inventándose historias y una de ellas acabó finalmente entre las páginas de esa misma revista.
Introvertido y tímido, estudió en la Universidad de Albuquerque pero no llegó a licenciarse. "Era un inadaptado solitario, como solían serlo los fans de la ciencia-ficción en aquella época", dijo una vez sobre sí mismo.
En 1947 publicó su primer libro, The legion of space, el primero entre las más de 50 novelas que escribió a lo largo de su vida y en las que presentó con realismo las motivaciones humanas y la racionalización científica de conceptos sobrenaturales con fines literarios. Arthur C. Clarke, autor de 2001, Odisea en el espacio, aseguró una vez: "No tendría ningún problema en situar a Williamson con los otros dos gigantes americanos, Isaac Asimov y Robert Heinlein".
Su novela Humanoides fue uno de los grandes hitos del género. Publicada en 1949, presentaba un mundo en el que los robots diseñados para facilitarle la vida a los hombres se volvían tan sobreprotectores que se convertían en carceleros de la raza humana.
"Aquella novela marcó un antes y un después en la ciencia-ficción. Hasta ese momento el género se había dedicado a exaltar la tecnología y la ciencia, pero raramente se había planteado presentar los peligros potenciales de ambas cosas", comentó al diario Los Angeles Times James Frenkel, el editor de Williamson.
Entre los muchos premios que recibió a lo largo de su carrera, destaca el Grand Master Award a toda una vida de la Asociación de Escritores de Ciencia-Ficción de América y el World Fantasy Award. Y pese a su edad, en 2001, con 93 años, aún fue capaz de conseguir el prestigioso Nebula Award por su novela The ultimate earth.
Además, en 1984 publicó su autobiografía Wonder's child: My life in science fiction, por el que consiguió un Hugo Award al mejor libro de no ficción.
"Nunca he escrito best sellers ni he ganado mucho dinero. Pero si miro hacia atrás puedo decir que he pasado gran parte de mi vida haciendo lo que más me gustaba", declaró en la revista Interzone en 1999. "Es un momento muy emocionante para estar vivo. Ojalá pudiera vivir un siglo más".
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