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Rubio alerta del impacto del bloque comercial en la Estació del Nord

Barberá sugiere que Fomento gaste más en el Parc Central o renuncie a sus derechos

Sara Velert

El edificio comercial de al menos 12 plantas junto a la actual Estació del Nord de Valencia supondrá "una muralla china que limitará la visión del Parque Central y del Ensanche", advirtió ayer el portavoz socialista, Rafael Rubio, que abogó por buscar otra solución. La alcaldesa, Rita Barberá, responsabilizó al Ministerio de Fomento, al que instó a poner más dinero o renunciar a suelo terciario que le dio el anterior Gobierno del PP.

El edificio afecta al entorno protegido de la estación y limita la visión sobre el parque

El convenio firmado en febrero de 2003 por el entonces ministro de Fomento del PP, Francisco Álvarez Cascos, la alcaldesa, Rita Barberá, y el ex presidente del Consell José Luis Olivas para soterrar las vías del tren en el centro de la ciudad y abrir un gran parque concede al suelo ferroviario del ámbito de la Estació del Nord un uso terciario de 82.666 metros cuadrados de techo.

En la maqueta municipal del Parc Central expuesta estos días en la feria Urbe ese uso terciario adjudicado al Gobierno a través de la empresa pública Adif se traduce en un gran edificio comercial de dos plantas que en su lado meridional alcanza un mínimo de 12 alturas sobre la nueva estación central de Valencia, que diseña el arquitecto César Portela. El bloque, según esta maqueta, se levantará en el entorno protegido de la actual Estació del Nord, obra modernista de Demetrio Ribes, y tendría "un impacto brutal" sobre la zona del Ensanche, con edificios de ocho o nueve alturas, y el Parc Central, cuya vista ocultaría totalmente desde la calle de Xàtiva, criticó el portavoz socialista. Rubio consideró responsables de que no se construya una "muralla china" junto a la Estació y el Parc Central a la Dirección General de Patrimonio, que ya ha adelantado su visto bueno al centro comercial, y al Ayuntamiento, que deberá conceder la correspondiente licencia.

Si se concentra el suelo terciario como en la maqueta del Ayuntamiento, el edificio superaría en altura a la torre del Micalet, advirtió Rubio, quien pidió que se revise el proyecto en favor de "un diseño inteligente" que evite esta barrera visual cerca del parque y del BIC (Bien de Interés Cultural) de la estación de Ribes. El plan reserva 21.000 metros cuadrados de superficie para la nueva estación -incluida una rotonda para las grandes vías-, un espacio "suficiente" para buscar alternativas, añadió Rubio.

La alcaldesa, que firmó el convenio con Álvarez Cascos y ha aprobado el planeamiento del Parc Central, rechazó cualquier responsabilidad en el diseño del centro comercial. "O el Ministerio de Fomento pone más dinero directo o hay que sacarlo del aprovechamiento urbanístico", dijo Barberá, según informó Europa Press. Sin embargo, el aprovechamiento del que habló la alcaldesa, con el que el Ayuntamiento aportará plusvalías a la operación de soterramiento, afecta a la edificabilidad del área que se extiende siguiendo las vías desde la nueva estación hasta el bulevar sur, y no al terreno calificado de "sistema general ferroviario" en el área de la estación de Renfe.

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Barberá tampoco asumió como propia la maqueta municipal del polémico inmueble y desvió las preguntas hacia Portela, "que es quien ha dado los parámetros del edificio". "Si se negocia y dan más dinero, se quitarán alturas", sentenció la alcaldesa. El teniente de alcalde, Alfonso Grau, destacó que el Gobierno habría podido cambiar el convenio en esta legislatura, e incluso sugirió que Adif renuncie a 50.000 metros cuadrados de uso comercial y emplee sólo el resto para servicios y dependencias ferroviarias.

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Sobre la firma

Sara Velert
Redactora de Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1993, donde ha pasado también por la sección de Última Hora y ha cubierto en Valencia la información municipal, de medio ambiente y tribunales. Es licenciada en Geografía e Historia y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, de cuya escuela ha sido profesora de redacción.

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