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Reportaje:El Congreso aprueba la reforma del Estatuto

Del 'no' al 'sí' en seis meses

El Congreso de los Diputados aprueba hoy la reforma del Estatuto de Andalucía con el respaldo final del PP

Luis Barbero

El 2 de mayo de 2006, el pleno del Parlamento andaluz aprueba la reforma del Estatuto de Andalucía con el rechazo frontal del PP. Hoy, justo seis meses después, el Congreso de los Diputados dará luz verde a este proyecto, ya con el respaldo del PP. Las intensas negociaciones que ha habido en este tiempo han permitido un acuerdo que parecía muy difícil. Atrás quedan descalificaciones como la del presidente del PP, Mariano Rajoy, quien dijo que aludir a la realidad nacional de Andalucía era "un cachondeo". Las intervenciones de los dirigentes del PP en el Parlamento andaluz y en el Congreso de los Diputados reflejan este cambio de actitud.

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Antonio Sanz, secretario general del PP, interviene en el pleno del Parlamento andaluz el 2 de mayo: "Lo que ustedes nos presentan es un Estatuto de segunda (...) Para el PP, el término realidad nacional supone un fraude constitucional, constituye un disparate jurídico y político sin precedentes. Realidad nacional es sinónimo de nación y, en sentido estricto, significa claramente chocar con la legalidad constitucional (...) En el Estatuto de Andalucía, ustedes se han negado a garantizar que los andaluces tengamos los mismos derechos que el resto de los españoles".

Mariano Rajoy interviene el 23 de mayo en el debate que inicia la tramitación del Estatuto andaluz en el Congreso: "Les va a costar convencer a los andaluces de la felicidad que les espera en el paraíso de este nuevo Estatuto que comparte errores, inconstitucionalidad e insolidaridad con el de Cataluña. Y, señorías, ¿cuál es la guinda del pastel? La realidad nacional. (...) Realidad nacional es sinónimo de nación. Tanto monta, monta tanto (...) Nacional y nación son términos tan inseparables como Málaga y malagueño, donde no existe nación no hay nacional (...) En una palabra, señorías, defienden ustedes una aberración jurídica y constitucional (...) Esto ha sido una coartada para legitimar lo que ha ocurrido en el Estatuto catalán. Han copiado todo, han copiado lo malo. Esto no le interesa a Andalucía".

Antonio Sanz interviene también ese día en el Congreso: "Es un grave error pasar del Estatuto del consenso y la unidad, que es la realidad que ha supuesto el Estatuto vigente de Carmona, al Estatuto de la división y la discordia que se presenta hoy en esta Cámara (...) Con el camino que han emprendido en las reformas estatutarias están ustedes construyendo una España imposible, que esconde la insolidaridad y el desarme del Estado".

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LOS ARGUMENTOS DEL SÍ. "Todo, todo lo que se dice es cierto, como diría mi hijo"

Javier Arenas, presidente del PP andaluz, interviene el 25 de octubre de 2006 en la Comisión Constitucional del Congreso minutos después de que socialistas y populares hayan pactado la reforma, que recoge la expresión realidad nacional en el preámbulo con una referencia histórica al Manifiesto andalucista de Córdoba de 1919: "En el preámbulo, tal como queda redactado finalmente, hay algunas cosas claras. Todo lo que se dice es cierto; todo, todo, todo, como diría mi hijo Carlitos".

Para llegar a este momento, PSOE y PP han ido acercando posiciones. Los populares destacan a la mínima ocasión los cambios que ha sufrido el Estatuto llegado de Andalucía para justificar su nueva posición ante la reforma.

Arenas interviene el 19 de octubre en la Comisión Constitucional: "Estamos hablando prácticamente de 120 artículos, 117 si no me falla la memoria, que han sido modificados en el trabajo de la ponencia. Hoy empezamos la comisión con un escenario nuevo y con un texto nuevo".

Sanz: "Evidentemente estamos ante un nuevo Estatuto, le pese a quien le pese".

Federico Trillo justifica el del PP a los artículos de la muerte digna y la enseñanza laica: "La comunidad autónoma, al tener plena competencia sanitaria y social, puede proporcionar las medidas paliativas que hagan la enfermedad menos aflictiva o menos aflictivo el proceso de la muerte. Bienvenido sea (...) Laico se entiende como un plus a la aconfesionalidad, que no comparto. En cualquier caso, el texto ha mejorado notoriamente. Me parece impecable que se respeten las creencias religiosas de la confesión católica y de las restantes creencias de la sociedad andaluza en el inciso final incorporado".

Arenas cierra su intervención el 24 de octubre tras el acuerdo: "Tras el acuerdo lo que se hace es fortalecer el autogobierno en el marco constitucional que es en lo que nosotros creemos y también, no sobra en absoluto volver a repetirlo, en el marco de la unidad de la nación española (...) Es un Estatuto muy andaluz y me parece también que es un Estatuto muy español (...) Estamos consiguiendo un Estatuto con el que se pueden identificar el 90% de los andaluces y en el que se pone de manifiesto algo muy claro: los andaluces no queremos ser más que nadie, pero tampoco aceptamos bajo ningún concepto ser menos que nadie (...) Este Estatuto significa una apuesta por la España común, por la cohesión social y por la igualdad de los españoles".

Un discurso que cambia en seis meses, que va de la "España imposible" a la "España común". Del no quiero al sí quiero.

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Sobre la firma

Luis Barbero
Es subdirector de Actualidad de EL PAÍS, donde ha desarrollado toda su carrera profesional. Ha sido delegado en Andalucía, corresponsal en Miami, redactor jefe de Edición y ha tenido puestos de responsabilidad en distintas secciones del periódico.

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