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Reportaje:TECNOLOGÍA

Orientarse en la montaña por satélite

Se extiende el uso de navegadores para excursiones capaces de almacenar datos

Los navegadores portátiles para coche, que se pueden comprar a partir de 300 euros, se han convertido en uno de los aparatos electrónicos más vendidos de los dos últimos años, gracias a la fiabilidad que ofrecen los mapas de carreteras y callejeros que se incluyen. La posición se obtiene a través de triangulación con varios satélites de la red GPS estadounidense, cuyo uso es gratuito y libre para todos.

Los navegadores portátiles permiten, además, llevarlos consigo y muestran la dirección correcta mientras se camina. Son útiles en las ciudades, tanto para recorrer los sitios más interesantes como para encontrar el coche a la vuelta, siempre que se haya tenido la precaución de memorizar en el navegador el lugar donde se ha aparcado.

Desde finales de julio se cuenta con una cartografía topográfica española en formato digital apta para navegadores de montaña

Para las excursiones de montaña existen unos navegadores específicos. Tienen una forma y tamaño similar a un teléfono móvil, son robustos y resistentes a las salpicaduras y humedad, y cuentan con bastante autonomía, de 24 horas como mínimo. Llevan brújula, altímetro barométrico -que se debe calibrar periódicamente para que sea eficaz- y, sobre todo, memoria para almacenar distintos puntos de un recorrido y poder así volver sin perderse.

Por extraño que parezca, hasta hace muy pocas semanas se carecía de mapas topográficos digitalizados de las montañas, al menos de las españolas. Se tenía que buscar a alguien que hubiera hecho el recorrido con un navegador y haber almacenado los puntos de interés, a través de Internet o de contactos. Entre los excursionistas aficionados el uso de navegadores era, por tanto, muy limitado. Donde sí se emplean es en el mar, al existir desde hace muchos años cartografías náuticas muy detalladas en formato digital que se pueden volcar sencillamente a los navegadores.

Desde finales de julio se cuenta con una cartografía topográfica en formato digital, apta para los navegadores de montaña. Se podrá tener un mapa detallado de los alrededores, con los desniveles y grado de dificultad, y no como hasta ahora, donde se disponía, con suerte, de la posición y la indicación del recorrido a seguir.

Con los años, conforme se extienda su uso a los aficionados al senderismo y ciclismo de montaña, se podrán asociar múltiples servicios y sistemas de ayuda, como ha pasado con los mapas y callejeros para automóviles.

Hay varios navegadores de montaña, aunque los más conocidos son los fabricados por Garmin, especialmente los modelos Etrex Legend CX y el GPSmap 60 CX, que cuestan desde 140 hasta 600 euros. La pantalla en color es cada vez más demandada, así como una tarjeta con más memoria, para llevar almacenadas decenas de rutas y miles de puntos de recorrido.

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