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La Caixa asegura que seguirá como accionista de Repsol

Brufau apuesta, tras la entrada de Sacyr, porque la petrolera tenga un núcleo estable

La Caixa, primer accionista de Repsol YPF, subrayó ayer el "carácter estratégico" de su participación en la petrolera y rechazó que tenga cualquier intención de desprenderse de sus acciones, tras la irrupción de la constructora Sacyr Vallehermoso en Repsol. Para el presidente de la petrolera, Antoni Brufau, la entrada del nuevo compañero de viaje, con el que se siente "cómodo", va en línea con su filosofía de que "todas las empresas deben tener siempre un núcleo duro".

Brufau apostó por acompasar los intereses de Sacyr con la de los actuales accionistas (La Caixa, Pemex y varios fondos), aunque el nuevo "núcleo duro" de Repsol YPF tras la entrada pactada del grupo constructor podría no estar cerrado. La compañía está abierta a otros socios con vocación de estabilidad. En su primera comparecencia pública tras la sonada aparición del grupo presidido por Luis del Rivero, Brufau eludió pronunciarse sobre la cuestión.

En la inauguración de la nueva sede del Círculo de Economía en Barcelona -a la que también asistieron, entre otros, el presidente de Telefónica, César Alierta, el magnate de la comunicación Gustavo Cisneros, presidente de Cisneros Group of Companies y el presidente del propio Círculo y patrón de Planeta, José Manuel Lara Bosch-, Brufau acaparó toda la atención por la agitada situación del sector energético español. A este respecto, el presidente de Repsol abogó por la creación de un "núcleo duro" en el accionariado, sin precisar qué porcentaje de participación sería el deseable, porque "no hay cifra máxima".

Sacyr controla un 9,24% del capital y ha asegurado que no aspira a controlar más de un 10% de la petrolera. La Caixa posee, por su parte, un 12,5%. La llegada de la constructora -que sigue la estela de otros grupos españoles del mismo sector como ACS o como Acciona en Iberdrola y Fenosa y Endesa, respectivamente- reforzará a la compañía frente a eventuales intentos de compra hostiles.

Sacyr ha pedido dos consejeros en la petrolera, que se prevé sean Luis del Rivero y Juan Abelló, como adelantó este diario el martes. Preguntado al respecto, Brufau dijo que ambos entrarán en el consejo de administración "cuando toque", sugiriendo que el ingreso, que en todo caso debe ratificar la junta de accionistas de la empresa, no es inminente.

La configuración de un núcleo estable de accionistas hundió la cotización de Repsol el pasado martes, al desbaratarse un horizonte de guerra por su control. El martes, las acciones del grupo cayeron un 6%, para cerrar a 25,7 euros por título. Ayer, la cotización apenas se movió. Avanzó un 0,16% hasta 25,74 euros, aunque Repsol fue el valor más negociado. El comunicado en el que La Caixa salió ayer a defender su permanencia en la petrolera no es ajeno a esta reacción del mercado.

Hoy, el consejo de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) decidirá si se pronuncia sobre la entrada de Sacyr en Repsol. Tiene potestad para aprobar o prohibir tomas de participación superiores al 10% u otro porcentaje inferior que conceda "influencia significativa".

Ya en su intervención en el seminario ¿Hacia dónde va América Latina? organizador por el Círculo, Brufau se mostró optimista sobre la evolución de la economía de la región y subrayó la entrada en la arena política de las clases más desfavorecidas, caso de Bolivia, pero se mostró menos convencido de que la inversión española (25.000 millones en 2005) y extranjera en general vaya a recuperar bríos. Para que reflote, el presidente de Repsol pidió más transparencia y seguridad jurídica, que "se reduzca la corrupción", que sea "dogma de fe" el derecho de propiedad y, sobre todo, que "no cambien los contratos firmados porque es cambiar las reglas".

Junto a él, el presidente de Telefónica, dijo tener "tanta confianza en América Latina" que piensa "invertir más de 10.000 millones de euros en la región", sobre todo para extender a dos tercios de la población la telefonía móvil, tras haber invertido ya 42.000 millones. Telefónica es el primer inversor de una región, dijo, que aporta al grupo un 36% de sus clientes.

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