Victor encuentra su trébol
El ex técnico del Zaragoza firma hasta final del curso con el Panathinaikos
El domingo por la mañana, Víctor Muñoz pidió un taxi para que le llevara al aeropuerto de El Prat de Barcelona. Desde allí, sobrevoló por todo el sur de Europa para firmar por el Panathinaikos griego, el club del trébol, como es conocido popularmente. Eso fue durante la madrugada del lunes, tras horas y horas de negociación, de estirar la cuerda y de cerrar los flecos contractuales. Así, cinco minutos antes de la una de la noche, Muñoz estampó su rúbrica en el documento que le extendía Argyris Mitsou, presidente del Panathinaikos. El técnico aragonés, que ya entrenó a Mallorca, Logroñés, Lleida, Villarreal y Zaragoza, dirigirá al conjunto de Atenas hasta que finalice el ejercicio y, según estipula una cláusula del contrato, renovará automáticamente si gana el campeonato liguero. Junto con Muñoz, estarán Raúl Longhi, su segundo, y Manuel Lapuente, el preparador físico.
Debutará en la UEFA y su primer partido de Liga lo enfrentará al AEK de Serra Ferrer
Todo empezó hace poco menos de un mes, cuando la paciencia de Mitsou se agotó antes de lo esperado; su equipo perdió en la segunda jornada en casa contra el Ionikos y echó al técnico sueco Hans Backe. Entonces, Vassilis Parthenopoulos, director general del club, se acercó a Barcelona para reunirse con Muñoz. Pero tentaron a más entrenadores, como a Radomir Antic, ex del Atlético y Barcelona, entre otros. "Sé que había muchos interesados en el puesto y que ellos llamaron a bastantes más. Pero al final me escogieron a mí. Y como quería entrenar, decidí hacer las maletas", cuenta Muñoz a este diario; "Es un equipo grande, que juega en competición internacional -la UEFA- y que su única aspiración es ganar".
A pesar de que el equipo va segundo en la tabla, no le resultará fácil a Muñoz conquistar la Superliga Griega; el líder, el Olympiakos, cuenta sus partidos por victorias. O, lo que es lo mismo, el acérrimo rival le saca cinco puntos de ventaja en seis jornadas. "Será complicado, pero ya veremos qué se puede hacer. De momento, confío en los jugadores de esta plantilla". Tiene, entre otros, al brasileño Bovio, mediocentro que despuntó el ejercicio anterior en el Málaga; al argentino Ezequiel González, que jugó en Boca Juniors y en el Fiorentina; al croata Igor Biscan, que perteneció al Liverpool; al también argentino Sebastián Ariel Romero, que militó en el Betis, y a Víctor Sánchez, que se formó en el Madrid y brilló en el Deportivo. Pero también destaca Dimitros Salpigidis, que es el máximo artillero de la competición con seis goles, uno por jornada.
Ilusión no le falta a Muñoz, que ayer ya hizo doble sesión de entrenamiento con los futbolistas disponibles -tiene a varios jugadores en distintas selecciones. "Empezamos una etapa muy bonita. Me encanta Atenas y este equipo tiene muchas ganas de hacer las cosas bien", razona Muñoz. "Llegamos con una alegría enorme a Grecia porque nos encontramos en un club grande, con historia y con todas las comodidades para poder trabajar", apunta Longhi, que deshacía las maletas en la habitación contigua del hotel. "Pero ojalá hubiésemos podido hacer nosotros la pretemporada", rezonga Muñoz, siempre metódico. "Por lo menos no necesitamos intérprete, porque entre el francés, italiano e inglés nos entendemos con todos", apostilla Longhi, siempre optimista.
La aventura de Muñoz comienza dentro de una semana, cuando se medirá en el primer partido de la liguilla de la UEFA al Hapoel de Tel Aviv. Inmediatamente después, habrá un derby griego con acento español: se enfrentará al AEK de Atenas de Llorenç Serra Ferrer, ex técnico del Barcelona y del Betis.
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