Misterios en Sicilia y Escania
La isla italiana y la región sueca, a través de la literatura negra
Ni los delitos más feroces impiden al comisario Montalbano empezar la jornada nadando en el mar de cristal que llega casi hasta la puerta de su casa del barrio de Marinella, en el pueblo de Vigata, donde la naturaleza de la Sicilia más salvaje se mezcla con los vestigios barrocos de un pasado esplendoroso. Es un sitio hermoso para ir de vacaciones: ¡lástima que no aparezca en los mapas! Porque Vigata es un lugar real a medias. Lo que el escritor Andrea Camilleri, autor de las aventuras del comisario Montalbano, se ha inventado es el nombre. El resto es verdad. La Marinella de la ficción es la playa de Punta Secca, al lado de Marina di Ragusa, y Vigata es el pueblo de Donnalucata, aunque la comisaría de policía que dirige Montalbano, así bautizado en homenaje a Manuel Vázquez Montalbán, está inspirada en la vieja alcaldía de Scicli, y muchos de los homicidios acontecen en el entorno de la capital de provincia, Ragusa, en la ficción Montelusa.
Tanto en los libros como en la realidad, Ragusa es la ciudad de los tres puentes, dividida no por un río, sino por un barranco, donde las joyas de la arquitectura tardobarroca se superponen a la estructura medieval de callejuelas estrechas. En sus novelas, Camilleri suele mezclar nombres inventados con otros reales; por ejemplo, La Mannara, donde se encuentra el muerto de La forma del agua, es una zona del pueblo de Sampieri, aunque en la realidad no es un lugar mal frecuentado como en la ficción. En Tindari, escenario de la última aventura del comisario, situada entre Patti y Milazzo, en la provincia de Messina, además del santuario de la célebre Madonna negra, hay que visitar "el pequeño y misterioso teatro griego" del que habla Camilleri.
Palacios y villas de la antigua y refinada aristocracia de la zona sirven de entorno a varios relatos, y los habitantes de los pueblos involucrados, donde se ha rodado una serie de películas para la televisión italiana, están encantados de indicar los lugares más significativos descritos en cada aventura. Al cierre del restaurante preferido de Montalbano (y también de Camilleri), la Osteria San Calogero de Porto Empedocle, la ciudad natal del escritor en la provincia de Agrigento, están dedicadas numerosas páginas especialmente emotivas. Menos mal que aún es posible consolarse con los helados y pasteles del café Albanese, en la centralísima Via Roma de Porto Empedocle, donde no es raro encontrar al propio Camilleri comprando aquellos cannoli de queso fresco que vuelven loco también a Montalbano.
Otro mar, otros homicidios
Del sur al norte: otro mar, otros homicidios y un inspector igual de humano y socialmente comprometido, Kurt Wallander. Su vida transcurre en Ystad, en Escania, región de pueblitos y campos en el sur de Suecia. Para los lectores de Henning Mankell, seguir los pasos de Wallander es una experiencia casi mística, empezando por la llegada al aeropuerto de Sturup (Malmo), que juega un papel crucial en varias aventuras.
En Ystad se puede alojar en el hotel Sekelgården, escenario de novelas como La quinta mujer y Los perros de Riga. Para comer está el Fridolfs Konditor, parcialmente responsable de la tendencia a engordar de Wallander, o el hotel Continental, donde el inspector suele ir con su hija Linda. En Ystad resulta fácil reconocer las calles de los relatos: tanto Stortorget, la plaza del mercado, como la idílica zona de Harmonigatan conservan un asombroso parecido con la realidad. Lo mismo pasa con Mariagatan, donde Wallander tiene su piso, mientras sueña con comprar un perro y una granja en el campo. Paseando por allí, muchos juran haber oído salir por las ventanas las arias de las óperas favoritas de Wallander, cantadas por Maria Callas, y que ponen histérica a su hija. También hay que visitar la playa de Sandskogen, con sus casas hundidas en la arena, como la que alquilan el detective Stefan Lindman y Linda cuando ésta decide volver a Ystad y hacerse policía como su padre.
La provincia de Escania está salpicada de pueblos, que surgen entre los campos de colza y los bosques, como Marvinsholm, Tomelilla y Bjaresjö, donde los seguidores de Wallander reconocerán los escenarios de las aventuras del policía, que pintan una Suecia nada tópica y oculta. Sin embargo, no hay que olvidar las palabras de Mankell: "En el mundo de la novela hay cierta libertad. Lo que se describe pudo haber ocurrido exactamente como está descrito, pero también se puede cambiar un cruce de carreteras, trasladar un lago, añadir una iglesia que no existe o un cementerio... Cosa que he hecho".
A veces, a través del transbordador que conecta Helsingborg con la ciudad danesa de Helsingor, la acción se traslada a Dinamarca, en las calles de Copenhague, o a Skagen, la playa donde chocan los dos mares, destino de unas vacaciones que Wallander desea a lo largo de toda una novela. En Helsingborg se puede disfrutar de Fredriksdal, el más grande museo al aire libre de Suecia, así como del castillo de Sofiero, con un jardín con más de 10 millones de rododendros, plantados personalmente por el rey Gustavo VI. En Helsingor, su gemela danesa, se encuentra el castillo de Kronborg, donde Shakespeare situó la historia de Hamlet. Para ir directo a Copenhague, sin embargo, es mejor cruzar el impresionante puente de Öresund, abierto en verano del año 2000, una de las construcciones más grandes de Europa, que abarca en sus 16 kilómetros una isla artificial, un túnel y un puente de ocho kilómetros.
GUÍA PRÁCTICA
Datos básicos- Prefijo internacional: 00 39 (Italia) y 00 46 (Suecia).Cómo llegar- La aerolínea de bajo coste My Air (www.myair.com) vuela a Catania, desde Madrid y Barcelona, con escala en Milán o Venecia, a partir de 80 euros, tasas incluidas.- Spanair (www.spanair.com; 902 13 14 15) vuela a Copenhague, desde Madrid, a partir de 190 euros, tasas incluidas.Dormir- Agriturismo Montalbano (092 58 01 54). Via Montagna Ferraro, 6. Sciacca (Agrigento, Sicilia). Unos 25 euros por persona.- Hotel Sekelgärden (411 73 900; www.sekelgarden.se). Calle Västerg, 9. Ystad (Skane, Suecia). La doble cuesta 100 euros, desayuno incluido.Información- www.enit.it.- www.skane.com.
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