El Jerez en el escaparate

"Por fin hemos logrado un acuerdo con todos los ayuntamientos". Esta frase del presidente del Consejo Regulador del marco vinícola del Jerez, Jorge Pascual, resume las dificultades con las que se ha encontrado en los últimos años el proyecto de creación de una Ruta del Vino y del Brandy que vincule a los nueve municipios del marco, las empresas de crianza y al propio Consejo.

Tras lentas negociaciones, esta mañana será firmada por los alcaldes de la zona, los empresarios vinícolas y el presidente del organismo regulador, el acta de constitución de la sociedad, cuyo objetivo principal es el de promocionar la cultura del vino de Jerez como atractivo turístico: "Durante años hemos ofrecido a los visitantes recorridos guiados por algunas bodegas que apenas duraban 90 minutos. Ahora lograremos que los turistas se impliquen con el patrimonio vinícola durante toda su estancia", explica Pascual.

Se trata de una actuación forzada por la demanda. Hasta las tierras del Jerez han llegado en los últimos años, y en frecuencia creciente, aficionados y estudiosos del vino interesados en conocer la cultura y paisaje donde se cría el producto que veneran. Son, en su mayoría, japoneses, ingleses y norteamericanos "con alto poder adquisitivo", según Pascual, que demandan una infraestructura turística que no ha sido explotada.

En los próximos meses se activarán programas de promoción del vino. Los organizadores han previsto visitas guiadas a las catedrales del vino, las bodegas del marco, y catas homologadas. Han anunciado también la organización de recorridos a caballo a través de los lagares y zonas de cultivo y la construcción de hoteles de alto nivel en las propias viñas.

Los promotores tienen en proyecto ofrecer seminarios especializados, congresos culturales y comerciales e instalar elementos de mobiliario urbano que conduzcan a los visitantes por estas rutas en las ciudades el marco. "En los primeros meses de actividad, el peso organizativo recaerá en el Consejo y los Ayuntamientos, pero esperamos que, progresivamente, sean las empresas privadas las que tomen la iniciativa", asegura Pascual.

Para las compañías del ramo, esta no parece ser una operación de riesgo.Los expertos turísticos que han participado en la gestación de la sociedad coinciden en que el turismo del vino "está de moda en todo el mundo".

La nueva sociedad se ha marcado el reto de la calidad: cada iniciativa o equipamiento que sea reconocida oficialmente por la Ruta del Vino y el Brandy de Jerez, deberá superar los requerimientos fijados por una certificación de calidad homologada. "Esto nos compromete a todos y de ello nos beneficiaremos todos", asegura el presidente del Consejo.

Este programa complementa pasos anteriores. En 2004, el Ministerio de Agricultura, la Asociación de Ciudades del Vino y Tour-España firmaron un convenio para fomentar, en los mercados internacionales, las tierras productoras de vinos de crianza español. Se determinó la necesidad de que las promociones turísticas estuviesen avaladas en cada destino, Jerez, Rioja y Penedés.

Las cifras del Jerez, a pesar de la feroz competencia sufrida por los sucedáneos fabricados en Estados Unidos, demuestran su solidez. El pasado año el sector colocó casi 90 millones de botellas y generó ventas superiores a los 130 millones de euros. "Muchos de nuestros clientes, concluye Pascual, quieren más".