Txapote, condenado a 82 años por el asesinato de Fernando Múgica

La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional condenó ayer al etarra Javier García Gaztelu, Txapote, a 82 años de prisión, 10 más de los que solicitaba el fiscal, por el asesinato del dirigente socialista Fernando Múgica en 1996. El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, declaró que el objetivo del diálogo con ETA no es rehabilitar a "psicópatas sanguinarios" como Txapote, que son "totalmente irrecuperables".

La Audiencia Nacional condena a Txapote a penas que superan en 10 años las solicitadas por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, al estimar la petición máxima de una de las acusaciones populares -el Comité Ejecutivo del PSE-PSOE- por dos delitos de atentado. A esto hay que sumar un delito de robo y otro de sustitución de matrículas con fines terroristas. El etarra no podrá acercarse durante seis años después de su excarcelación al lugar donde residan los familiares de la víctima.

El dirigente etarra fue el "verdugo" de Múgica, según la sentencia, que refleja también "la vileza y cobardía no sólo de la mano criminal, sino también del resto de los integrantes de ETA". Múgica fue asesinado, de un tiro en la nuca, el 6 de febrero de 1996, en San Sebastián. La Audiencia considera probado que Txapote tuvo una participación "directa, material y voluntaria" en este crimen, y que su objetivo era asegurar el "letal resultado".

El tribunal, presidido por el magistrado Alfonso Guevara, destaca la "contundente" declaración de uno de los hijos de la víctima, Fernando Múgica Heras, quien aseguró durante el juicio que se cruzó con dos individuos después de oír el disparo que acabó con la vida de su padre, y a los que reconoció como García Gaztelu y Valentín Lasarte.

La Audiencia también ha tenido en cuenta el testimonio de uno de los testigos, un hombre al que los terroristas obligaron a salir de su coche para huir, así como las huellas halladas en uno de los vehículos utilizados por los etarras.

Otro de los tres hijos del dirigente socialista, Rubén Múgica, afirmó ayer que la condena de 82 años es una "magnífica noticia", y añadió que desea que el etarra "muera en la cárcel; si algún día sale, lo hará envejecido, no será nada ni nadie".

Txapote ha afrontado cuatro juicios en la Audiencia Nacional desde que fue extraditado por Francia en 2005. Ha sido condenado a 50 años por el asesinato del concejal del PP Miguel Ángel Blanco, en 1997. Se le absolvió por falta de pruebas en la vista por la muerte del concejal popular José Luis Caso en el mismo año. Además, está pendiente de sentencia por participar supuestamente en la voladura de la discoteca Txitxarro, en Deba (Guipúzcoa) en 2000.

El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, aseguró ayer en Reocín (Cantabria) que Txapote ha recibido "la condena que merecen sus crímenes" y que su actitud en ningún momento ha traslucido arrepentimiento. Según el ministro, "los terroristas con las manos manchadas con crímenes horrendos van a pagar sus penas enteramente y sin remisión".

López Aguilar reafirmó que en este momento se está ante "una oportunidad histórica para acabar con el terrorismo de ETA, que está más arrinconada y debilitada que nunca", si bien insistió en que el proceso será "largo, duro y difícil".