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La burbuja inmobiliaria crece con otro récord de 850.000 viviendas en 2006

El BBVA alerta del riesgo de un ajuste brusco por la posible moderación de la demanda

La actividad inmobiliaria sigue batiendo récords en España. Las previsiones del Servicio de Estudios del BBVA sobre indicios de ajuste en las viviendas no se han cumplido. En el último informe sobre el sector presentado ayer por el banco, reconocen su error al estimar la construcción de 850.000 viviendas para este año, a pesar de que los precios han subido también por encima de lo esperado. Ese aumento de la llamada burbuja inmobiliaria presagia una mayor probabilidad de un ajuste brusco, porque coincide con una moderación de la demanda y una subida de precios más fuerte, del 8%.

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Todos los indicadores alertaban de que este año iba a llegar por fin la corrección al sector inmobiliario, como ha ocurrido en la Bolsa, "pero los analistas nos hemos visto sorprendidos por la recuperación del dinamismo", reconocía ayer José Luis Escrivá, director del Servicio de estudios Económicos del BBVA, en la presentación del último informe de Situación Inmobiliaria.

La evolución de los precios en el primer trimestre del año por encima de lo esperado -un 12% de tasa interanual, según el Ministerio de Vivienda-, ha roto la tranquilidad y ha obligado a los expertos de la entidad financiera a corregir sus previsiones de desaceleración. Calculaban que el precio de la vivienda crecería a final de año entre un 4% y un 6% y han elevado esas cifras al 8%, mientras las del año 2007 pasan del 2% al 4,5% de crecimiento.

Otro dato sorprendente. El repunte de los precios en la Comunidad de Madrid, Cataluña País Vasco y la Comunidad Valenciana por encima de los del último trimestre de 2005, frente a la ralentización en Baleares y Canarias.

El escenario de ajuste gradual que se adivinaba para los últimos trimestres se aplaza, según Escrivá. El ladrillo mantiene el tipo. La demanda residencial por la caída estructural de los tipos hipotecarios, la formación creciente de hogares, sobre todo de inmigrantes, y el aumento de la renta de las familias dan un nuevo impulso al boom inmobiliario.

Caída de la accesibilidad

Pero el BBVA advierte de que los tipos de interés están aumentando, se ralentiza el impulso de la formación de hogares y desciende la inversión extranjera en segundas viviendas. De hecho, señala el informe, el aumento de los precios y las subidas del tipo de interés han generado un deterioro del ratio de accesibilidad a la vivienda, el más intenso de los últimos 11 años. Un hogar con ingresos medios necesitará en 2006 el equivalente a los ingresos brutos de 5,6 años para la adquisición de una vivienda media, frente a los 5,2 años necesarios el año pasado.

Con la actual y futura elevación de la carga financiera de la vivienda en los hogares, el informe apunta que "un aumento considerable de la oferta de viviendas en momentos en los que la demanda puede descender, llevaría a un exceso de viviendas en el mercado y ralentizaría la promoción residencial en el medio plazo".

Ayer mismo, el Banco de España informaba de que la deuda de las familias con las entidades de crédito superó en mayo pasado los 701.000 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 20% en un año. El grueso de esa deuda corresponde a los créditos hipotecarios que totalizaban 514.742 millones y un crecimiento interanual de 23%, el más bajo desde 2003.

El fuerte pulmón que ha exhibido el sector inmobiliario durante el primer trimestre del año -los datos del Ministerio de Vivienda sobre el segundo trimestre no estaban disponibles para el informe-, conducen a los analistas del BBVA a calcular que durante 2006 se iniciará la construcción de 850.000 nuevas viviendas en España, ya que en los 12 meses acumulados hasta abril de 2006 se han visado más de 807.000, un 6,6% más.

Impacto negativo

Tamaña oferta, a la que hay que añadir las viviendas nuevas de los últimos años, conducirá a una moderación en la demanda, augura el informe. Y a un ajuste brusco de los precios a medio plazo en una probabilidad del 10%. La dureza de este ajuste sería aún mayor -del 40%- si se acelerara el precio de la vivienda en un 20% en los próximos trimestres porque implicaría, a corto plazo, un impacto negativo de medio punto en el PIB para 2009, según Escrivá.

A pesar de este horizonte poco halagüeño, los analistas inmobiliarios del BBVA lanzaron un mensaje tranquilizador, porque "el entorno macroeconómico es favorable". Por eso prevén que la inversión residencial continuará creciendo este año a un ritmo del 7,6%, un punto y medio por encima del promedio de 2005. Y estiman que el impacto de los tipos de interés será gradual, lo que permitirá a los hogares ajustarse a las nuevas condiciones financieras.

Ignacio San Martín, del Servicio de Estudios del BBVA dijo que han intentado analizar la eficiencia de un sector que ha levantado en cinco años tres millones de viviendas. "Es difícil de medir", reconoció. Pero está claro que se ha ganado en tamaño y eso ha favorecido la salida al exterior de las empresas del sector. A quienes lo hagan les advierte de que en pocos países existen tantas garantías jurídicas para los promotores como en España.

Y aunque tanto San Martín como Escrivá eludieron pronunciarse sobre el proyecto de Ley del Suelo, señalaron que los intentos anteriores por desacelerar precios no tuvieron éxito y que cuanto más se interviene un sector, se generan monopolios y menos competencia.

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