La única inversión en cinco años en el túnel del metro accidentado fue para instalar radiotelefonía

El Consell ha invertido en los últimos cinco años 130 millones de euros en mejoras de la línea 1 del metro de Valencia, donde el 3 de julio se produjo el accidente más importante de un suburbano en España. El consejero José Ramón García Antón ha negado hasta la saciedad que esta ruta estuviera abandonada. Sin embargo, casi un tercio de la inversión se ha dedicado a trenes nuevos que todavía no han entrado en servicio y la única inversión en cinco años en el tramo siniestrado fue la instalación del sistema de radiotelefonía tren-tierra. La mejora del sistema de frenado automático FAP apenas sobrepasó los 500.000 euros.

Los conductores solían establecer contacto con el centro de mando a través de teléfono móvil

"No pueden decirme que no hemos invertido en la línea 1, como se ha estado diciendo hasta la saciedad, porque es falso", defendió el consejero de Infraestructuras y Transportes, José Ramón García Antón, el martes en su comparecencia ante las Cortes, tras el accidente de metro más importante ocurrido en España, que se saldó con 43 víctimas mortales. El consejero dijo que desde 2001 su departamento ha invertido 129 millones de euros en la línea 1, la más antigua y larga (90 kilómetros) que explota la compañía pública Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV). Un plan integral de mejora de la línea, a ejecutar en los siguientes cuatro años y presentado a finales de mayo por el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, añadía otros 302 millones de euros en renovaciones, una de las más importantes, el cambio en el tramo entre la estación del Empalme y Torrent del sistema de seguridad FAP por el más moderno ATP. El objetivo de FGV es elevar la velocidad de la línea a 100 kilómetros por hora en 2010.

Un somero repaso al cuadro de inversiones de la compañía pública de transportes evidencia que el grueso de la inversión desde 2001 se ha concentrado, sobre todo, en la supresión o acondicionamiento de una decena de pasos a nivel y en la renovación de las vías. En mejoras del trazado, la sociedad se ha gastado unos 40 millones de euros, con la actualización del 85% del trazado, si bien quedan pendientes todavía los tramos comprendidos entre Seminari-Bétera, L'Eliana-Llíria y Alberic-Castelló de la Ribera. A los pasos de nivel se han destinado otros 25 millones de euros.

Por proyectos, el bocado más grande -con un total de 83 millones de euros- es para la renovación de un tramo de la línea entre las localidades de Paterna y L'Eliana, donde incluso se duplicó la vía, con un coste cercano a los 20 millones de euros, y la construcción de un segundo ramal a la localidad de Torrent, evaluado en 23,6 millones. FGV ha anticipado además hasta la fecha 41 millones de euros para la compra de 14 trenes nuevos, que sustituirán cuando se reciban a principios del año próximo a los vetustos convoyes de las series 3.600 y 3.700 que circulan exclusivamente por la línea 1. A este último modelo pertenecen las unidades que descarrilaron en la estación de Jesús el 3 de julio.

A todas estas inversiones se añaden otras más puntuales realizadas en alumbrado de estaciones, mejora de las comunicaciones y de la accesibilidad o reparación de infraestructuras dañadas, que completarían los 129 millones. Toda inversión mejora la seguridad, sostuvo el consejero en sede parlamentaria, al referirse a que las mejoras en renovación de vías y supresión de pasos a nivel hacen más seguro el funcionamiento de la línea. Sin embargo, de acuerdo con los datos proporcionados por la propia consejería, FGV apenas gastó en cinco años medio millón de euros en la mejora del sistema de frenado automático puntual (FAP), de que está dotada la línea accidentada. De esta inversión, las dos partidas más cuantiosas se llevaron a cabo en 2006, las dos después del accidente ocurrido en esta misma línea entre las localidades de Paiporta y Picanya, en el que se vieron implicados tres convoyes y que se saldó con más de 40 heridos.

La compañía también mejoró el sistema de enclavamientos (dispositivo de señalización y movimiento de los desvíos de los trenes) en cinco o seis puntos del trayecto, sin embargo, la única inversión desde 2001 que FGV realizó en el tubo o tramo subterráneo de casi ocho kilómetros donde sucedió la tragedia el pasado día 3 fue, según sus propios datos, la instalación del sistema de radiotelefonía tren-tierra (que comunica la cabina del conductor con el centro de control del metro). Antes los conductores solían establecer contacto con el centro de mando a través de un teléfono móvil, según fuentes sindicales. El sistema de comunicación se instaló hace apenas unos meses en toda la línea 1, desde Llíria-Bétera a Castelló de la Ribera, con un coste estimado de 1,9 millones de euros.

Hasta aquí lo invertido. FGV tiene además en ejecución otros 2,6 millones de euros para suprimir los pasos a nivel de la Pobla de Vallbona y para obras de suministro de energía en 2.200 voltios a las instalaciones de seguridad del tramo Torrent-Castelló de la Ribera. De esta partida se han dedicado 406.315 euros al acondicionamiento de una parcela park and ride bus, ubicada junto a las oficinas centrales de la compañía, en Valencia Sud, para que sirviera de estacionamiento a los peregrinos por la visita del Papa el pasado fin de semana. Finalmente no se usó.

Además hay otro paquete de obras, adjudicadas y que se iniciarán en breve, según la consejería, por un importe de 10 millones de euros y que, de nuevo, se refieren a la eliminación de pasos a nivel en Picassent, Alginet y Benaguasil, y a la construcción de una pasarela peatonal de acceso a la estación. Las actuaciones licitadas, cuya puesta en servicio se producirá entre 2007 y 2008, vuelven a concentrarse en cinco nuevas actuaciones en los pasos de nivel de Massalavés, Carlet-Benimodo, Burjassot y Benifaió. La inversión más importante, de 29 millones de euros, está prevista para la modificación de rasante y para cubrir la vía en el entorno de la estación de Benimàmet.