Valencia gana suelo con el derribo de los tanques de Campsa en El Grau
Los enormes tanques que durante décadas han almacenado combustible junto al puerto de Valencia desaparecerán antes de finales de mayo del paisaje de El Grau y Natzaret, barrios junto a los que crecerá una nueva zona urbana. Un brazo articulado con un potente filo abrió ayer uno de los depósitos, ahora vacíos, como si fuera una simple lata de atún, ante la mirada expectante de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el presidente de la Compañía Logística de Hidrocarburos (CHL), José Luis López de Silanes. La empresa heredera de la antigua Campsa se comprometió en un convenio firmado en otoño pasado a desmantelar sus instalaciones, que han ocupado hasta 100.000 metros cuadrados desde que en 1925 se construyó el primero de los 21 tanques con capacidad para almacenar 176.000 metros cúbicos de hidrocarburos. CHL también descontaminará el terreno, una operación de diez meses de trabajo que moverá 500.000 toneladas de tierra, explicó López de Silanes.
Las primeras conversaciones para trasladar esta zona industrial se remontan a 1989, por lo que la alcaldesa consideró ayer que "se hace realidad un sueño que parecía irrealizable". Los vecinos de los barrios cercanos llevan años reivindicando el desmantelamiento de CHL. La empresa se trasladó en 1991 a Albuixech, pero ha mantenido actividad en Valencia hasta el pasado diciembre. CHL invertirá 12 millones de euros en la demolición de las instalaciones y la limpieza. Ganará un terreno urbanizable de alto valor que forma parte del Plan de Actuación Integrada (PAI) de El Grau, llamado a configurar junto a la dársena interior del puerto y la Ciudad de las Artes "una nueva centralidad de Valencia", indicó Barberá. La empresa prevé vender el suelo.
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