42 de los 97 municipios de Jaén perdieron población el último año
Las comarcas más afectadas son Segura, Cazorla y El Condado
De los 97 municipios de Jaén, 42 vieron descender su número de habitantes entre los años 2004 y 2005, según el Atlas demográfico y social que dirige el profesor de la Universidad jiennense José Menor Toribio. Por comarcas, destaca el retroceso demográfico en la Sierra de Segura, donde ocho de las 13 localidades (Beas, Benatae, Orcera, Génave, Santiago-Pontones, Torres de Albanchez, Villarrodrigo y Segura de la Sierra) perdieron efectivos. Villarrodrigo y Segura de la Sierra presentan, a su vez, los retrocesos más importantes en el conjunto provincial, con el 4,7% y el 4,8%, respectivamente.
Destacan también los descensos en las comarcas de Sierra Mágina, con siete municipios (Albanchez de Mágina, Bedmar, Cambil, Campillo de Arenas, Jimena, Torres, Larva y Noalejo); El Condado, con tres (Chiclana, Montizón y Navas de San Juan) y Sierra de Cazorla, con cinco (Chilluévar, Hinojares, Huesa, Pozo Alcón y Quesada). Esta tendencia a la baja se mantiene constante en los últimos años. De hecho, la pérdida de población en el parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas, ha sido de 12.500 habitantes en las dos últimas décadas, según el Atlas socioeconómico de Jaén, editado por la Diputación y CajaGranada.
En la parte contraria, los mayores crecimientos de población entre los años 2004 y 2005 se registraron en Linares (1.711 personas), Baeza (703), Jaén (623), La Guardia de Jaén (595) y Úbeda (482); si bien, en cifras relativas, destaca el gran aumento registrado, especialmente, en La Guardia (26,8 %), y en menor medida en Mancha Real (5,3 %) y Baeza (4,6 %), mientras que la ciudad de Jaén solo creció un 0,54 %. En el caso de La Guardia y Mancha Real el crecimiento demográfico está vinculado al auge inmobiliario de los últimos años, al tratarse de localidades del extrarradio de la capital.
En su conjunto, la provincia jiennense tenía, a 1 de enero de 2005, 660.284 habitantes, aumentando en 5.826 con respecto al año anterior. Este crecimiento, del 0,89% está muy por debajo de la media española, del 2,1%, aunque al menos se ha logrado la tendencia regresiva de los últimos años.
